Golpe policial a las bandas napolitanas que roban relojes de lujo
La Policía detiene a 36 personas e identifica a otras 25 por sustraer con violencia relojes valorados hasta en 200.000 euros
Las bandas especializadas en el robo de relojes de lujo aprovechan los meses de buen tiempo, cuando las muñecas de sus adinerados propietarios están más visibles. Pero los agentes que les siguen la pista están detrás de ellos también cuando empieza el frío. En 2024, los distintos grupos de la Policía especializados en investigar estos delitos han detenido a 36 miembros de grupos criminales napolitanos dedicados a estos robos y han identificado a otros 25, que ahora tienen órdenes europeas de detención y entrega.
Cuando ya había terminado la temporada en España, los agentes españoles se fueron a Italia y arrestaron a ocho de ellos en una operación junto a la policía italiana, en la que también participaban agentes de otros países que sufren este tipo de robos. El próximo verano se verá si siguen desplegándose con igual intensidad en busca de estas joyas que pueden llegar a costar auténticas fortunas.
Estos grupos actúan muy rápido, de forma que sus víctimas apenas tienen tiempo de reaccionar. Se desplazan desde Nápoles hasta Barcelona, Ibiza, Madrid o Marbella y otras localidades de la Costa del Sol y comienzan a buscar objetivos. El año pasado, la Policía recuperó 12 relojes “de marcas muy conocidas” sustraídos por estos grupos y que han valorado en dos millones de euros. Alguno de ellos ha llegado por sí solo a los 200.000 euros. En algunas operaciones una de estas joyas robadas en plena calle ha llegado a tener un valor de medio millón euros.
Los arrestados proceden de unos barrios muy concretos de Nápoles, y algunos de ellos tienen vínculos con ciertos clanes de la Camorra, la mafia de esta ciudad italiana, por lo que sus beneficios interesan al crimen organizado para otras actividades como el tráfico de armas o de drogas. Los años de experiencia han hecho que su forma de actuar esté muy arraigada, detalla Francisco Barba, inspector jefe de la sección de robos de la Unidad central de delincuencia especializada y violenta (Udev) de la Policía. “Cuanto más expuesto esté el reloj, mejor para ellos”, añade.
El modus operandi es clásico: detectan a la víctima en la calle, localizan el reloj y lo vigilan hasta que encuentran la oportunidad para atacar por la espalda. No les importa que haya menores o utilizar la fuerza. “El uso de un scooter es permanente”, subraya Barba. Una persona arranca el reloj y otra, que normalmente va en la moto, le espera para darse a la fuga. A veces también cuentan con un segundo vehículo al que entregar el botín, por si son detenidos que no puedan vincularles con el reloj y para hacerlo desaparecer, rumbo a Italia, lo antes posible.
Una vez que tienen los relojes, cuentan con colaboradores que los sacan del país, normalmente por vía aérea, y en cuestión de horas. El destino suele ser Italia, donde cuentan con receptadores de confianza. En los últimos años, la Policía ha creado varios grupos especializados en atajar este tipo de delincuencia. Los nombres de esos equipos no dejan duda del objeto de interés de estos ladrones: el equipo Rolex, creado en 2021 en Marbella, y el Cronos, en Madrid, en 2023. Los Mossos tienen el grupo Titani, también para atajar este fenómeno delictivo. En 2022 llegaron a detener a 230 de estos ladrones en medio año.
El grupo Crono hizo una actuación en el Aeropuerto de Madrid en la que detuvieron a una miembro de estos grupos napolitanos con cuatro relojes. Las investigaciones también se han desarrollado en Baleares, especialmente en Ibiza, y en Palma de Mallorca, a cargo de agentes especializados en crimen organizado.
Esta última operación, cuya investigación comenzó hace dos años y que se ha hecho pública este sábado, ha tenido una dimensión internacional. En una segunda fase, coordinada por Europol, y en la que también han participado otros países, han detenido a ocho de los 36 arrestados con la colaboración de la Squadra Mobile de Nápoles de la Polizia di Stato italiana.
Los robos investigados, grabados por cámaras de seguridad cercanas, muestran la impotencia que sufren sus víctimas. En una de esas imágenes, se ve al conductor de un todoterreno parado en una rotonda de Ibiza al que arrebatan el reloj por la ventanilla y da la vuelta con su coche en ese mismo sitio en un intento de perseguir a la moto que se acaba de dar a la fuga. Otra de las víctimas es una mujer que se baja de un vehículo acompañada por un niño de corta edad y a la que asaltan sin apenar tener tiempo de reacción. Otro hombre que acaba de aparcar el coche en lo que parece una zona de playa también ve cómo alguien que parece pasear le asalta por la espalda hasta hacerse con una de estas joyas.
El último año, los agentes han investigado casi medio centenar de este tipo de robos atribuidos a los grupos italianos. Tras ponerles las esposas, les han intervenido algunos de los relojes, prendas de ropa o zapatos que servirán para acreditar su participación en los robos, cascos de motocicleta y otros objetos, como móviles. Para los investigadores es clave la denuncia y que las víctimas, muchos de ellos turistas, aporten datos que permitan rastrear los relojes, como los números de serie, ya que esto puede dificultar que sean vendidos de nuevo.
“El uso de un scooter es permanente”, subraya Barba. Una persona arranca el reloj y otra, que normalmente va en la moto, le espera para darse a la fuga.