La cáscara de naranja: un tesoro para la salud cardiovascular
En la actualidad, las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de mortalidad tanto en hombres como en mujeres. Cada vez hay más evidencia científica que demuestra que el microbioma intestinal desempeña un papel crucial en la prevención y el desarrollo de estas enfermedades. Ciertos nutrientes alimentan a las bacterias intestinales y producen metabolitos que pueden proteger contra las enfermedades o agravarlas.
Un grupo de investigadores de la Clínica Cleveland, en Estados Unidos, ha centrado su atención en una parte de la naranja en particular: la cáscara. A pesar de que no solemos consumirla, es enormemente rica en fitoquímicos beneficiosos para la salud. Sus hallazgos se han publicado recientemente en la revista científica Journal of Agricultural and Food Chemistry.
Inhibición de la producción de sustancias químicas nocivas
Entre los numerosos mecanismos conocidos por los que el microbioma intestinal influye en la salud cardiovascular, uno de los más estudiados es la producción de N-óxido de trimetilamina (TMAO). Los niveles elevados de este compuesto son un factor de riesgo para el desarrollo de enfermedades cardiovasculares.
El equipo de investigación dirigido por Yu Wang exploró el potencial de la cáscara de naranja para reducir la producción de trimetilamina (TMA) y TMAO, dada su riqueza en fitoquímicos. Los científicos probaron dos tipos de extractos: una fracción polar y una fracción apolar.
Los resultados mostraron que el extracto de la fracción no polar de la cáscara de naranja inhibía eficazmente la producción de sustancias químicas nocivas. Además, los investigadores identificaron un compuesto específico en el extracto de la fracción polar, llamado feruloilputrescina, que también inhibe eficazmente la enzima que produce TMA.
Oportunidad para la industria alimentaria
El hecho de que tanto la fracción polar como la no polar de la cáscara de naranja tengan beneficios para la salud es especialmente significativo si se tiene en cuenta la enorme cantidad de cáscaras de naranja que se producen cada año. Solo en Estados Unidos, se generan aproximadamente 5 millones de toneladas de cáscaras de naranja, principalmente como subproducto de la producción de zumo de naranja.
En la actualidad, según la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de Estados Unidos, los extractos naturales de cáscara de naranja son seguros para el consumo humano. Esto abre la puerta a la posibilidad de reutilizar este subproducto de la industria agroalimentaria como un valioso ingrediente para promover la salud.
Los investigadores confían en que sus hallazgos allanen el camino para el desarrollo de alimentos funcionales enriquecidos con estos compuestos bioactivos, proporcionando nuevas estrategias terapéuticas para la salud cardiovascular.