Apocalipsis portátiles: Nuevos miedos para una vieja distopía

En medio de una pandemia, un grupo de guionistas y directores se reúne para trabajar en la adaptación televisiva de un podcast sobre un apagón generalizado. La sinopsis plantea una historia apocalíptica, pero el productor Fran Araujo tiene otra idea: quiere que la serie sea todo lo contrario.

Crisis, no apocalipsis

Araujo explica que un apocalipsis es la presentación de un fin del mundo que va a peor, mientras que una crisis es el punto de partida de algo. La serie "Apagón" pretende ser una serie de crisis, que nos haga reflexionar sobre los desafíos que enfrentamos y las oportunidades que estos presentan.

El guionista cita a Jared Diamond, quien en su ensayo "El colapso" afirma que las civilizaciones colapsan por agotamiento de sus fuentes de energía o por crisis naturales que atacan a sus fuentes de alimentación o energía. El incapacidad para prepararse para los cambios antes de que sucedan es un factor clave en estos colapsos.

Araujo cree que las crisis son oportunidades para salir más fuertes, y que el final abierto de la serie es un aviso de que depende de nosotros aprovechar estas oportunidades.

El poder de la imaginación

El escritor Ursula K. Le Guin dijo una vez: "Es más fácil imaginar el fin del mundo que el fin del capitalismo". Esta incapacidad de la imaginación es evidente en los análisis actuales sobre las consecuencias del desarrollo de la robótica y la IA.

Le Guin propone una alternativa en la que la propiedad y el control de los robots están desconectados del capital. Los robots liberan a la mayoría de la humanidad del trabajo, y todos se benefician de las ganancias. Este sería un mundo de deseos ilimitados, pero con la distinción entre los deseos satisfechos para los humanos y el trabajo realizado por las máquinas.

Inmigración: ¿amenaza u oportunidad?

El quinto capítulo de la serie "Apagón" se titulaba "Equilibrio". El guion imaginaba a una pequeña terrateniente que, tras el colapso eléctrico, abandonaba sola la ciudad y se refugiaba en un campo heredado de su familia. Allí se veía obligada a convivir durante meses con los temporeros que trabajan su tierra, inmigrantes de distintas nacionalidades.

Los sesgos de cualquier espectador contemporáneo estarían predispuestos a la expectativa del terror al otro, la lucha, el conflicto apocalíptico. Sin embargo, entre los economistas existe un consenso casi generalizado sobre el impacto positivo de la inmigración en el crecimiento del PIB y el PIB per cápita.

En España, los inmigrantes no perjudican el empleo de los nativos. Tampoco suelen tener necesidades mayores de atención médica intensiva y el aumento de la inmigración no ha venido asociado a un incremento de la criminalidad.

Los estudios indican que los inmigrantes no son una amenaza, sino una oportunidad para el crecimiento económico y el desarrollo social.

Los medios de comunicación y su responsabilidad

Ante la brecha que existe entre lo que imaginamos y la realidad, los profesionales de los medios tenemos la responsabilidad de mejorar nuestro trabajo. Debemos ofrecer información precisa e imparcial, y ayudar a las personas a comprender los desafíos que enfrentamos y las oportunidades que estos presentan.

A partir de la experiencia de "Apagón", se puede sugerir una primera mejora: en futuras temporadas, los intérpretes inmigrantes deberían trabajar de médicos, maestros, ministros, periodistas, directores de cine y otros papeles que reflejen la diversidad de la sociedad.

Debemos desafiar los estereotipos y presentar una imagen más realista y positiva de la inmigración. Al hacerlo, podemos ayudar a crear una sociedad más inclusiva y justa.