El reconocido gastroenterólogo Mahmoud Ghannoum, experto en microbiota intestinal, ha revelado el alimento que evita para proteger su salud estomacal: el pescado frito.

¿Por qué evitar el pescado frito?

Ghannoum explica que el aceite utilizado para freír altera la microbiota intestinal, lo que incrementa el riesgo de aterosclerosis, una acumulación de grasa y sustancias en las paredes de las arterias.

Además, las grasas saturadas presentes en los alimentos fritos elevan los niveles de colesterol LDL en la sangre, un factor de riesgo para enfermedades cardiovasculares.

La digestión de las grasas es lenta, lo que puede provocar hinchazón, náuseas y dolor de estómago. Esto es especialmente problemático para quienes padecen síndrome de intestino irritable (SII), pancreatitis crónica o infecciones digestivas.

Impacto en la salud cardiovascular

El consumo de pescado frito está relacionado con enfermedades del corazón, no solo por elevar el colesterol, sino también por aumentar otros factores de riesgo como hipertensión y obesidad.

Un estudio publicado en Public Health Nutrition reveló que las personas que consumían dos o más raciones de pescado frito a la semana tenían un 63% más de riesgo de infarto o ictus que quienes lo consumían con menos frecuencia.

Si bien es una opción popular en los destinos turísticos de España, Ghannoum recomienda limitar su consumo y optar por métodos de cocción más saludables como a la plancha, al vapor o al horno.

Beneficios del pescado saludable

Cuando se cocina de manera saludable, el pescado es un alimento cardiosaludable que puede ayudar a reducir el colesterol en sangre y prevenir el SII.

Además, la microbiota intestinal sana contribuye a la función inmunológica, regula el aumento de peso y transforma la fibra en ácidos grasos antiinflamatorios.