El chemsex: Una práctica sexual peligrosa y en aumento

El chemsex, el uso de sustancias psicoactivas para intensificar o prolongar las experiencias sexuales, se ha convertido en una práctica cada vez más común, especialmente entre los hombres que tienen sexo con hombres (HSH).

Riesgos para la salud

El chemsex conlleva importantes riesgos para la salud física y mental, entre ellos:

  • Aumento del riesgo de infecciones de transmisión sexual (ITS), como el VIH
  • Intoxicaciones y sobredosis
  • Dependencia de las drogas
  • Problemas psicológicos, como ansiedad, depresión y estigmatización

Barreras para el acceso a la atención médica

Las personas que practican chemsex suelen enfrentarse a barreras para acceder a la atención médica, como:

  • Discriminación
  • Falta de capacitación entre los profesionales de la salud en el tratamiento de las urgencias relacionadas con el chemsex
  • Criminalización del uso de drogas

Necesidad de intervenciones integrales

Abordar el chemsex requiere un enfoque multidisciplinario que incluya:

  • Estrategias de reducción de daños, como información sobre el uso seguro de drogas, prevención de ITS y manejo de emergencias
  • Creación de espacios comunitarios para compartir experiencias y encontrar apoyo
  • Educación para profesionales de la salud y el público en general sobre los riesgos del chemsex
  • Replanteamiento de las políticas de salud que prioricen el bienestar y los derechos humanos

El chemsex no es solo un desafío individual, sino también una cuestión de justicia social y derechos humanos. Las comunidades afectadas necesitan intervenciones integrales que combinen empatía, educación y apoyo institucional.

"El acceso a la atención médica se ve obstaculizado por diversos factores, como la discriminación y el desconocimiento. Los profesionales de la salud no siempre están capacitados para tratar las urgencias derivadas del chemsex, como las sobredosis de GHB o las consecuencias psicológicas del consumo crónico."

- Tadeo Campoy, periodista de El Imparcial