El gobierno de Javier Milei analiza las imágenes del gendarme detenido en Venezuela para determinar su ubicación exacta

Las autoridades argentinas utilizan tecnología para geolocalizar el lugar desde el que se envió el vídeo de Nahuel Gallo, el gendarme detenido en Venezuela desde hace más de dos meses. El gobierno denuncia que no se han respetado los procedimientos para informar sobre su detención y que las imágenes difundidas podrían ser una "pantomima del régimen".

El Ministerio de Seguridad informó que está "evaluando todo: movimientos, características físicas y el entorno para identificar el lugar y momento en que se grabaron las imágenes". Además, intentan acceder a los metadatos del archivo, que pueden revelar la fecha y ubicación del vídeo.

Sin embargo, advierten que acceder a los metadatos podría resultar complicado, ya que este tipo de información puede eliminarse al transferir el archivo a otros dispositivos electrónicos.

En cuanto a la identidad del hombre que aparece en el vídeo, las autoridades indicaron que, si bien podría tratarse de Gallo, no hay confirmación. "La toma es lateral, lo que complica el análisis. Por eso se está trabajando en la identificación facial", detallaron desde Seguridad.

Críticas al régimen venezolano

La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, calificó el vídeo como "una pantomima del régimen", mientras que Fernando Soto, director nacional de Normativa y Enlace Judicial del Ministerio de Seguridad, aseguró que se trata de "una puesta en escena".

"Es una desaparición forzada. Este vídeo no es oficial, no informan dónde está detenido. Es comparable con lo que ocurría durante la dictadura militar en Argentina, cuando se negaba la ubicación de los detenidos", dijo Soto.

También subrayó que el caso constituye "un delito de lesa humanidad" y recordó que el Gobierno ya presentó una denuncia ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

Soto añadió que el derecho internacional establece que un Estado debe permitir que una persona detenida en el extranjero tenga contacto con su familia y con representantes del país de origen. "Nada de eso se ha cumplido. Gallo ingresó legalmente a Venezuela, y su detención viola todos los derechos fundamentales", afirmó en ese sentido.

La postura oficial de Argentina

Bullrich, por su parte, fue contundente: "No aceptamos ningún tipo de maniobra como la presentación de una foto o un vídeo sin sonido ni fecha, donde no se especifica dónde está detenido".

La ministra exigió que Gallo sea liberado y devuelto a la Argentina de inmediato: "No vamos a aceptar una prueba de vida como si esto fuese un régimen normal. Esto es una dictadura, y las dictaduras actúan de esta manera, mostrando pruebas para justificar sus acciones", concluyó.