El Gobierno porteño refuerza el arbolado público con 18.000 nuevos ejemplares
El temporal del 17 de diciembre provocó importantes daños en el arbolado público de la Ciudad de Buenos Aires, con cerca de 1.000 ejemplares caídos. Para compensar estas pérdidas y mejorar la cobertura vegetal, el Gobierno porteño lanzó su Plan de Arbolado Público para el año, que incluye un refuerzo en la cantidad de unidades a plantar.
En total, se plantarán 18.074 árboles, de los cuales 15.000 estaban incluidos en el plan maestro de arbolado y 3.074 son adicionales para compensar el daño ecológico del temporal. Los nuevos árboles irán tanto a los parques y plazas como a las veredas, con el objetivo de seguir mejorando la cobertura vegetal y la calidad del bosque urbano porteño.
Plan de trabajo
La época de plantación va de mayo a octubre, y los nuevos ejemplares se distribuirán de la siguiente manera:
- 7.500 nuevas planteras en las calles
- 6.131 planteras vacías que serán ocupadas
- 4.443 ejemplares destinados a espacios verdes
Aunque en un principio se consideró la posibilidad de elegir especies más resistentes a los temporales y fuertes vientos, finalmente se decidió respetar las especies definidas en el Plan Maestro vigente. Así, Buenos Aires seguirá teniendo una paleta de más de 30 especies, que incluye al apreciado jacarandá y al controvertido plátano.
Además de compensar las pérdidas por el temporal, el refuerzo en cantidad de árboles también busca mejorar el patrimonio forestal del Parque Tres de Febrero, el más grande de la Ciudad. Allí se está realizando un censo de ejemplares para luego iniciar un plan de reforestación que se aproxime lo más posible al proyecto original.
Beneficios del arbolado urbano
Los árboles brindan numerosos beneficios a la ciudad, entre ellos:
- Moderación de la temperatura
- Oxigenación del aire
- Reducción del ruido
- Mejora de la calidad del aire
- Protección contra el viento y la lluvia
Se estima que un árbol promedio demora entre 15 y 20 años en alcanzar un tamaño que lo convierta en "útil" para la ciudad. A partir de ese momento, continuará su crecimiento hasta alcanzar la madurez entre los 40 y 50 años.
El último censo de arbolado que se completó en la Ciudad fue en 2018, cuando se registraron 431.326 ejemplares. Con la incorporación de los nuevos árboles, se espera aumentar la cobertura vegetal y mejorar la calidad del bosque urbano porteño.