El inminente pacto entre Milei y el kirchnerismo suscita interrogantes

El Presidente Guillermo Francos está a punto de cerrar un acuerdo con Cristina Kirchner que podría tener graves consecuencias para la calidad institucional del país.

El acuerdo incluiría la designación de Ariel Lijo como miembro de la Corte Suprema, un candidato que ha despertado una oleada de rechazo por sus vínculos con el kirchnerismo y su historial de irregularidades.

Además, el pacto también contempal la designación de Javier Leal de Ibarra como procurador general de la Nación, otro aliado de Lorenzetti y el kirchnerismo.

Estas combinaciones podrían ofrecer un anticipo antes del 5 de abril, fecha en que vence el plazo para que la Cámara de Diputados designe a sus representantes en la Auditoría General de la Nación. En la Casa Rosada asoma un candidato: Eduardo Viola, exdefensor de Lázaro Báez y apoderado electoral de La Libertad Avanza.

La posibilidad de un acuerdo entre Milei y el kirchnerismo, con o sin Viola como prenda de negociación, plantea varios enigmas inquietantes.

  1. ¿Cómo lograría el Presidente seguir predicando su mensaje moral redentorista después de un pacto que, por lógica, debe incluir una absolución abominable para buena parte de su base electoral?
  2. ¿Podría sostener su siempre inconclusa alianza con Macri después de entenderse con la señora de Kirchner?
  3. ¿Qué margen tiene Macri para disimular ese desaire?
  4. Más: ¿cómo justificarán los ministros Patricia Bullrich y Luis Petri estas decisiones?
  5. ¿Con qué oferta iría el oficialismo a las elecciones del año próximo si se rompen los vínculos con Pro?
  6. ¿De qué nivel deberá ser el éxito de Luis Caputo para que la opinión pública deje pasar estos compromisos con lo más opaco de la casta?

Para sintetizar: ¿cuánto más habrá que pedir a las fuerzas del Cielo para que venzan en la lucha contra estas imposiciones del infierno?