El juez Hurtado ignora los antecedentes y a los periodistas que contaron la verdad

El juez del Tribunal Supremo, Ángel Hurtado, está siendo investigado por un supuesto delito de revelación de secretos. El caso se remonta a marzo de 2024, cuando el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, emitió una nota para desmentir un bulo difundido por el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso (PP). En la nota, el fiscal acusaba de prevaricación a fiscales e inspectores de Hacienda.

El bulo había sido filtrado por Miguel Ángel Rodríguez, jefe de gabinete de Ayuso. Rodríguez filtró un correo electrónico del fiscal del caso, en el que este denunciaba al novio de Ayuso por dos delitos contra la Hacienda Pública. Rodríguez colocó en determinados medios de comunicación una interpretación torticera y mendaz del documento filtrado.

En su auto, el juez Hurtado apenas dedica dos líneas a contar que el diario El Mundo publicó una noticia —no escribe en ningún caso que se trataba de una noticia falsa— en la que se informaba que la Fiscalía ofrecía un acuerdo al novio de Ayuso a cambio de admitir dos delitos. El juez Hurtado no recuerda en su auto que esa noticia se basaba en la filtración de un correo electrónico de la Fiscalía al abogado del defraudador confeso, y ni siquiera escribe que aquellas noticias suponían un ataque frontal a la institución de la Fiscalía con mentiras acreditadas.

El juez Hurtado tampoco cuenta que algunos medios de comunicación se pusieron en contacto con la Fiscalía de Madrid para contrastar la mentira publicada por El Mundo, pero sí hace todo un relato de los movimientos entre García Ortiz y sus subordinados para conseguir de urgencia la información que desmontaba las acusaciones del Gobierno de Isabel Díaz Ayuso.

Las explicaciones que José Precedo (Eldiario.es) y Miguel Ángel Campos (Cadena SER), dos de los periodistas que aquella medianoche del 13 al 14 de marzo contaron la verdad del caso, no convencen a Hurtado. Ambos periodistas explicaron al juez cuándo tuvieron acceso al correo del 2 de febrero, y fue mucho antes de que lo reclamara el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz.

Como las declaraciones de esos dos periodistas que sí contaron la verdad sobre el caso desmontan la causa que instruye Hurtado, este magistrado escribe en su auto —en las últimas páginas, porque las anteriores parecen redactadas antes—: “Se trata de testimonios que no aportan datos objetivos y contrasta con otro de los testimonios prestados en la mañana del día 8”. El juez Hurtado no explica las razones que le llevan a afirmar que Precedo —autor de la exclusiva sobre el fraude fiscal del novio de Díaz Ayuso— y Campos —autor de la exclusiva del correo del 2 de febrero donde el novio de Ayuso admitía sus delitos— no aportan datos objetivos.

El juez Hurtado también mete al Gobierno de Pedro Sánchez en el caso al afirmar: “Con salida de la Fiscalía General del Estado y destino Presidencia del Gobierno, circuló el mismo correo del 2 de febrero de 2024, y de ahí al medio de comunicación El Plural”. El magistrado instructor no escribe que se trate de una inferencia que hace en función de los indicios que ha logrado reunir, sino que lo afirma sin que, de momento, haya una sola prueba en el sumario de que la Fiscalía General del Estado enviase un correo electrónico a Presidencia del Gobierno con el documento que desmentía el bulo del Gobierno de la Comunidad de Madrid.

Reacciones

El auto del juez Hurtado ha generado numerosas reacciones. Algunos juristas han criticado al magistrado por ignorar los antecedentes del caso y por no dar credibilidad a los periodistas que contaron la verdad. Por su parte, el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, ha defendido su actuación y ha asegurado que seguirá investigando el caso.

Conclusión

El caso del juez Hurtado es un ejemplo de la importancia de la libertad de prensa. Los periodistas tienen el deber de informar al público sobre asuntos de interés público, incluso cuando estos asuntos son incómodos para los poderosos. El juez Hurtado ha intentado silenciar a los periodistas que contaron la verdad sobre el caso del novio de Isabel Díaz Ayuso, pero no lo ha conseguido. Los periodistas seguirán informando sobre este caso y sobre otros asuntos de interés público, a pesar de las presiones que puedan recibir.