El enigma del "Loco de la Ruta": asesinatos sin resolver que aterrorizaron Mar del Plata
Durante la década de 1990, la ciudad costera de Mar del Plata fue escenario de una serie de asesinatos y desapariciones de trabajadoras sexuales que sembraron el pánico entre la población y captaron la atención de los medios de comunicación.
Asesinatos brutales y pistas confusas
Los crímenes, atribuidos al "Loco de la Ruta", se caracterizaron por su brutalidad y el ensañamiento con las víctimas. Los cuerpos de varias de ellas fueron encontrados mutilados y con mensajes escritos en sus cuerpos. La policía sospechó inicialmente de un asesino en serie solitario, pero la investigación posterior reveló indicios de una red de corrupción más amplia.
Las investigaciones apuntaron a policías y proxenetas que podrían haber estado involucrados en los asesinatos para asegurar su impunidad en el tráfico de mujeres. La forma en que la policía manejó los casos también fue cuestionada, acusada de no tomar en serio las denuncias de las trabajadoras sexuales debido a su estigmatización como "mujeres de segunda clase".
Sospechosos y teorías
A lo largo de los años, numerosos individuos fueron identificados como posibles sospechosos. Entre ellos se encuentran:
- Alberto Adrián Iturburu, policía acusado de extorsionar a trabajadoras sexuales.
- José Luis Andújar, propietario de una discoteca frecuentada por las víctimas.
- Guillermo Moreno, expareja de una de las víctimas asesinadas.
- Margarita Di Tullio, proxeneta vinculada al mundo de las drogas.
- Celso Arrastía, acusado de múltiples homicidios.
- Héctor Julián Barroso, condenado por asesinar a dos prostitutas.
Sin embargo, a pesar de las numerosas detenciones, la mayoría de los crímenes vinculados al "Loco de la Ruta" permanecen sin resolver. El caso se ha convertido en una leyenda urbana que fusiona el horror y el misterio, dejando un legado de miedo y desconfianza en la ciudad.
El espectro del "Loco de la Ruta"
El enigma del "Loco de la Ruta" sigue sin resolverse, alimentando la especulación y las teorías sobre la identidad del asesino o asesinos. El caso ha sido objeto de libros, artículos y documentales, pero el verdadero rostro del responsable sigue siendo desconocido.
El "Loco de la Ruta" se ha convertido en un símbolo del terror y la impunidad, un recordatorio de que incluso los crímenes más atroces pueden quedar sin castigo. El caso también ha puesto de relieve la vulnerabilidad de las trabajadoras sexuales y la necesidad de abordar la violencia y la estigmatización que enfrentan.