¿Por qué los alimentos del altar de muertos pierden su sabor y olor?

Durante las celebraciones del Día de Muertos, las familias mexicanas colocan ofrendas con alimentos y bebidas para honrar a sus seres queridos fallecidos. Sin embargo, después de unos días, estos alimentos suelen perder su sabor y olor. ¿A qué se debe este fenómeno?

Oxidación

La oxidación es un proceso químico que ocurre cuando los alimentos se exponen al aire. El oxígeno reacciona con los compuestos del alimento, lo que provoca cambios en su sabor y olor. Por ejemplo, las frutas y verduras frescas pueden volverse marrones y desarrollar un sabor amargo.

Actividad microbiana

Los alimentos también pueden perder su sabor y olor debido a la actividad microbiana. Los microorganismos como bacterias y hongos crecen en los alimentos y descomponen los nutrientes, lo que provoca cambios en el sabor y la textura. Por ejemplo, el pan puede desarrollar moho y volverse rancio.

Fotodegradación

La exposición a la luz también puede afectar el sabor y el olor de los alimentos. La luz ultravioleta puede descomponer los pigmentos y los compuestos aromáticos de los alimentos, lo que provoca cambios en su aspecto y sabor. Por ejemplo, las frutas y verduras expuestas a la luz solar pueden perder su color y sabor.

Evaporación

La humedad también juega un papel en la pérdida de sabor y olor de los alimentos. Cuando los alimentos se exponen al aire, la humedad puede evaporarse, lo que provoca que se sequen y pierdan su sabor. Por ejemplo, el pan puede volverse duro y seco si se deja descubierto.

Además de estos factores científicos, también existen creencias culturales que explican por qué los alimentos del altar de muertos pierden su sabor y olor. Algunas personas creen que las ánimas de los difuntos absorben la esencia de los alimentos, dejando solo una cáscara vacía. Otros creen que los alimentos son bendecidos por las ánimas y, por lo tanto, no deben ser consumidos por los vivos.

Independientemente de la explicación, el hecho de que los alimentos del altar de muertos pierdan su sabor y olor es un recordatorio de la naturaleza efímera de la vida. Los seres queridos que hemos perdido pueden estar presentes en nuestros corazones, pero su presencia física se desvanece con el tiempo. De la misma manera, los alimentos que les ofrecemos son un símbolo de nuestro amor y recuerdo, pero su sabor y olor son efímeros.