El pacto entre socialistas y republicanos: un paso hacia el federalismo, pero no al vacío
El acuerdo entre el Partido Socialista y Esquerra Republicana de Cataluña (ERC) para investir a Salvador Illa como presidente de la Generalitat de Cataluña supone un avance significativo en el camino hacia un modelo federal para España, sin llegar a un punto de ruptura.
Recelos y críticas
El pacto ha generado recelos entre algunos sectores que temen que suponga un debilitamiento de la unidad nacional. Sin embargo, los expertos señalan que el texto deja margen para encauzar las incertidumbres y ambigüedades a través de las vías institucionales y legislativas.
Autogobierno fiscal
El acuerdo contempla un mayor autogobierno fiscal para Cataluña, que permitirá a la comunidad recaudar todos los impuestos generados en su territorio. Este hito en el autogobierno catalán ha generado preocupación sobre posibles desequilibrios entre regiones, pero los firmantes del pacto enfatizan que se mantendrá el principio de solidaridad y que las regiones menos prósperas continuarán recibiendo apoyo.
El papel del Estado
El pacto también estipula el pago de dos tipos de contribuciones por parte de Cataluña al Estado: una para financiar los servicios esenciales que presta (defensa, política exterior, etc.) y otra para contribuir a la nivelación territorial. El acuerdo respeta la Constitución española y permite a Cataluña desligarse de la Ley Orgánica de Financiación de las Comunidades Autónomas (LOFCA).
Condiciones para el éxito
La viabilidad del pacto dependerá de varios factores. En primer lugar, debe ser satisfactorio para los catalanes y evitar que caigan en una posición rezagada en términos de financiación per cápita.
En segundo lugar, el modelo debe ser replicable por otras comunidades autónomas interesadas en un mayor autogobierno. Por último, el Estado debe mantener una capacidad suficiente para prestar los servicios esenciales a todos sus ciudadanos.
Ejemplo de Alemania
Los expertos señalan el Tribunal Constitucional de Alemania como un ejemplo a seguir. Este tribunal ha establecido la doctrina de que la cesión de competencias a la Unión Europea debe garantizar que Alemania conserve suficientes competencias para asegurar su futuro económico.