El Panteón Municipal de Torreón: Rescatando recuerdos, luchando contra el olvido
En el corazón de Torreón, el Panteón Municipal guarda los restos de miles de personas que han dejado su huella en la ciudad. Sin embargo, con el paso del tiempo, muchas tumbas han caído en el abandono y el olvido.
Un lugar de descanso y recuerdos
El sepulturero Don Higinio García ha sido testigo de la decadencia del panteón durante sus 20 años de servicio. «Este es el verdadero hogar», dice, «algún día todos estaremos aquí, unos más rápido que otros, pero todos llegaremos».
Tradiciones y creencias arraigadas han contribuido al olvido de los panteones. El miedo a lo desconocido y la negación de la efímera naturaleza de la vida han convertido estos espacios de descanso en terrenos olvidados en las afueras de la ciudad.
Una lucha contra el abandono
«Mucha gente tiene miedo de visitar a sus 'muertitos' porque creen que si arreglan su tumba, ellos serán los siguientes», explica Don Higinio. Esta creencia ha llevado al abandono de innumerables tumbas, cuyas lápidas se fracturan y desaparecen.
Los titulares del panteón trabajan incansablemente para contactar a los propietarios de las tumbas e instarlos a cuidar de sus espacios. «Es muy complicado conocer a los titulares de todas las tumbas», dice la directora Verónica Martínez Ramírez, «los vamos ubicando conforme más vienen a visitar a sus familiares».
Sin embargo, muchos lotes permanecen sin reclamar, sus propietarios desconocidos o perdidos en el tiempo. Fragmentos de lápidas rotas y jarrones quebrados esperan ser reclamados por sus dueños.
El impacto de la pandemia y la violencia
La pandemia de COVID-19 ha cambiado los rituales funerarios y el proceso de duelo. El embalsamador Carlos Alberto Flores señala que «después de la pandemia, los panteones ya casi no son visitados». La velocidad de la vida moderna y el desapego familiar han alejado a las personas de los cementerios.
En los años en que La Laguna fue azotada por la violencia del narcotráfico, el olvido de los difuntos se hizo aún más palpable. «Sepultábamos a muchos jóvenes en las fosas comunes», recuerda Flores, «familias enteras elegían el olvido por miedo a ver algo».
Un llamado al recuerdo
A pesar del abandono y el olvido, el Panteón Municipal alberga miles de historias y recuerdos. «Cada tumba representa una vida», dice Don Higinio, «debemos recordar a nuestros difuntos con amor y cariño».
Aunque se espera una gran afluencia de visitantes durante el Día de Muertos, sus cuidadores insisten en que cada día es una oportunidad para honrar a los seres queridos que ya no están. «Vengan, no tengan miedo», dicen. «Recuerden a sus deudos que tienen sepultados para que ellos sigan viviendo entre nosotros».