Operación Montero: el PSOE busca un salvavidas para Andalucía y Pedro Sánchez
Pedro Sánchez lanza a su número dos, María Jesús Montero, como candidata a la presidencia de la Junta de Andalucía, en un movimiento estratégico para fortalecer al PSOE en la región y apuntalar su propio liderazgo.
El PSOE andaluz, necesitado de un impulso
El PSOE andaluz lleva seis años en la oposición, tras perder las elecciones autonómicas de 2018. Desde entonces, ha sufrido una importante pérdida de poder municipal y el Gobierno central ha visto cómo sus acuerdos con los independentistas han erosionado su imagen en la región.
La llegada de Montero, que actualmente es vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Hacienda, pretende revertir esta situación. Montero es una figura muy conocida y respetada en Andalucía, y su candidatura ha sido recibida con entusiasmo por las bases socialistas.
Montero, un mirlo blanco para el PSOE
Montero no es una recién llegada a la política. Ha ocupado diversos cargos de responsabilidad en el Gobierno andaluz y en el Gobierno central, y es considerada una de las socialistas más preparadas y experimentadas.
Además, su perfil de mujer andaluza y su trayectoria como gestora económica son muy valorados por los votantes socialistas. Montero ha negociado el presupuesto general del Estado y ha sido la encargada de gestionar los fondos europeos para la recuperación económica.
Un salvavidas para Sánchez
La candidatura de Montero también es una buena noticia para Pedro Sánchez. El presidente del Gobierno necesita recuperar el apoyo de Andalucía, una región que aporta 61 escaños al Congreso de los Diputados.
Además, una victoria del PSOE en Andalucía reforzaría la posición de Sánchez dentro del partido, donde algunos sectores han cuestionado su liderazgo.
La operación Montero, una apuesta arriesgada
Sin embargo, la operación Montero también tiene sus riesgos. Montero es una figura muy polarizadora, y su candidatura podría movilizar al electorado de derechas.
Además, el PSOE tendrá que gestionar la salida de Montero del Gobierno, ya que es una pieza clave en el Ejecutivo. En principio, Montero dejará su cargo de ministra cuando se convoquen las elecciones autonómicas, previstas para la primavera de 2026.
En definitiva, la operación Montero es una apuesta arriesgada, pero necesaria para el PSOE y para Pedro Sánchez. Si tiene éxito, podría suponer un punto de inflexión para el socialismo andaluz y reforzar el liderazgo de Sánchez dentro del partido.