El PSOE gana terreno en Euskadi y frena la ola popular

Tras las ajustadas elecciones gallegas, que dieron un respiro al PP, las vascas han supuesto un auténtico bálsamo para el PSOE, con un resultado incluso mejor de lo esperado. Los socialistas han sumado dos escaños, lejos del retroceso sufrido en Galicia, y han evitado ser arrollados por Bildu, como ocurrió al PSdeG con el BNG.

El pacto con el PNV se consolida

El resultado electoral vasco también es positivo para la estabilidad del Gobierno, ya que el PNV, socio preferente de Sánchez, ha logrado salir reforzado y obtener un escaño más que en las anteriores elecciones. Este pacto entre socialistas y nacionalistas se consolida y blinda al Ejecutivo de posibles acercamientos entre PP y PNV.

Bildu no es un problema para el Gobierno

Por su parte, Bildu no supone un problema para el Gobierno, ya que su apoyo a Sánchez es incondicional y no depende de los resultados electorales. Además, la coalición abertzale se ha quedado sin argumentos para reclamar el apoyo del PSE, ya que no ha logrado la victoria.

El espacio a la izquierda del PSOE se debilita

Una de las principales preocupaciones del Ejecutivo es la debilidad del espacio situado a la izquierda del PSOE. Sumar ha superado por poco a Podemos en Euskadi, pero su presencia territorial sigue siendo escasa y su división interna se está convirtiendo en una losa para la izquierda.

Mientras tanto, el PP continúa siendo irrelevante en Euskadi, lo que supone un alivio para el Gobierno al evitar posibles acercamientos con el PNV. Sin embargo, la debilidad de la izquierda podría complicar la gobernabilidad del país en el futuro.

En definitiva, las elecciones vascas han sido un respiro para el PSOE, que consolida su posición en Euskadi y frena el avance del PP. Sin embargo, la debilidad de la izquierda y la división interna de Sumar siguen siendo desafíos importantes para el Ejecutivo.