Las fallas del subte porteño: ¿Un servicio para víctimas?

Las palabras de una pasajera en las redes sociales sintetizan el sentir de muchos que a diario utilizan el transporte subterráneo: "El subte de la Ciudad de Buenos Aires no tiene usuarios, tiene víctimas". La odisea de viajar en la línea D, con constantes demoras y frecuencias eternas, se trasladó recientemente a la línea B.

Ayer por la tarde, decenas de personas protagonizaron una evacuación por las vías cuando una formación se detuvo entre las estaciones Malabia y Ángel Gallardo. El servicio técnico intervino a las 17:45 y a las 18:20 se suspendió el servicio al no poder mover el tren. La evacuación comenzó a las 18:40 y finalizó a las 19:23.

Causas del problema

La empresa Emova, concesionaria del servicio de subterráneos, informó que se trató de "una falla eléctrica de difícil detección". El sistema del tren aplica automáticamente una emergencia general que lo detiene como medida de protección para los usuarios.

La línea B presenta una complejidad particular: la alimentación eléctrica se realiza a través de un tercer riel situado a un lado de las vías. Esto dificulta el inicio de una evacuación sin cortar la luz. Además, los vagones no están comunicados entre sí, lo que también complica la evacuación.

Emova asegura que la intención no es interrumpir el servicio y que los mecánicos intentan restablecer el funcionamiento antes de recurrir a la evacuación.

Deterioro del material rodante

La antigüedad del material rodante en la línea B es notoria. Los trenes Mitsubishi tienen 65 años y se adquirieron a Japón en los años 90. Otros, como los CAF 5.000 y 6.000, fueron construidos a fines de los 90 para el metro de Madrid y actualmente se encuentran en proceso de desasbestizado.

La flota actual cuenta con 18 trenes operativos, según Emova. Hay una licitación internacional en curso para la compra de 96 coches cero kilómetro con aire acondicionado, pero aún no se sabe cuándo comenzarán a llegar.

Ascensores y escaleras fuera de servicio

Otro problema recurrente es la cantidad de ascensores y escaleras fuera de servicio. La línea B tiene 59 escaleras y 19 ascensores, pero hoy había 7 escaleras y 5 ascensores detenidos.

Las demoras en las reparaciones se atribuyen a la antigüedad de los equipos y a la dificultad para conseguir repuestos. Emova publica en su web el estado de los medios de elevación de cada estación.

Línea D: seguimos con problemas

La línea D, que estuvo cerrada durante el verano, sigue con demoras y problemas de frecuencia desde su reapertura. Emova y Sbase trabajan para terminar los ajustes de un nuevo sistema de señalamiento, pero aún se registran restricciones de velocidad.

Actualmente, la frecuencia entre trenes oscila entre 10 y 15 minutos, y las paradas repentinas en los túneles pueden prolongar el viaje hasta 38 minutos. Además, los carteles que indican el tiempo de espera para el próximo tren siguen apagados.

Aumento inminente de tarifas

En los próximos días se concretará un aumento de tarifas que llevará el boleto a $ 757 en junio. El argumento del Gobierno porteño es que los $ 125 actuales no reflejan los costos reales del servicio y están desactualizados con respecto a la inflación.

La tarifa técnica, que surge del cálculo del costo del servicio por la cantidad de usuarios transportados, es de $ 859,07. La diferencia se cubre con subsidios.