Continúa la polémica en torno a la reforma de la Ley Mordaza en España, particularmente en lo referente al uso de pelotas de goma por parte de las fuerzas de seguridad para reprimir disturbios callejeros. Esta cuestión, que ya frustró una reforma anterior, vuelve a ser uno de los principales escollos en la negociación actual.
Discrepancias en el uso de pelotas de goma
Tres partidos que sustentan la mayoría parlamentaria del Gobierno (Junts, Podemos y BNG) han presentado enmiendas para prohibir definitivamente este material antidisturbios. Otros dos, EH Bildu y ERC, también exigen su eliminación en un plazo de un año desde la entrada en vigor de la nueva ley.
Frente a ellos, el PSOE, su socio de Gobierno, Sumar y el PNV defienden la creación de protocolos específicos para el uso de las pelotas de goma y su sustitución progresiva por otros medios menos lesivos, pero sin fijar una fecha concreta.
Argumentos a favor de la prohibición
Los defensores de la prohibición de las pelotas de goma argumentan que su uso ha provocado graves lesiones, incluyendo la muerte del seguidor del Athletic de Bilbao, Íñigo Cabacas, en 2012. Según un informe de la asociación catalana de defensa de los derechos humanos Iridia, entre los años 2000 y 2020, 26 personas sufrieron el impacto directo de pelotas de goma, lo que causó lesiones como la pérdida de un órgano o globo ocular.
Argumentos en contra de la prohibición
Por su parte, los sindicatos policiales rechazan la prohibición de las pelotas de goma, argumentando que supondría una pérdida operativa para los agentes en caso de disturbios violentos. Consideran que es un medio eficaz para disuadir y controlar las alteraciones del orden público.
Perspectivas de la reforma
Las negociaciones para reformar la Ley Mordaza están en curso, y la prohibición o no de las pelotas de goma sigue siendo uno de los principales puntos de discordia. El resultado final dependerá del equilibrio de fuerzas entre los partidos implicados y su capacidad para llegar a un acuerdo satisfactorio para todas las partes.