El volcán Copahue emite cenizas y aumenta su actividad superficial

El Servicio Geológico Minero Argentino (SEGEMAR), a través de su Observatorio Argentino de Vigilancia Volcánica (OAVV), ha detectado un aumento en la actividad superficial del volcán Copahue, ubicado en la frontera entre Argentina y Chile. Las cámaras de monitoreo registraron un aumento en la emisión de ceniza volcánica, acompañada de un incremento previo en la energía de la señal sísmica del tremor volcánico continuo.

Emisión de cenizas

El reporte oficial del SEGEMAR indica que a partir de las 04:30 hora local (07:30 UTC) del 19 de octubre, las cámaras instaladas cerca del volcán comenzaron a registrar un aumento en la actividad superficial, caracterizado por la emisión de material particulado fino (ceniza volcánica). Esta emisión estuvo acompañada por un aumento previo y un descenso inicial en la energía de la señal sísmica del tremor volcánico.

Aumento de la energía sísmica

Previamente, a partir del viernes 18 de octubre de 2024 a las 18:00 horas, se observó un "aumento progresivo de la energía de la señal sísmica relacionada con el tremor volcánico, medida a través de la Amplitud Sísmica en Tiempo Real (RSAM)". Esta energía sísmica disminuyó abruptamente alrededor de las 04:30 hora local (07:30 UTC), coincidiendo con el inicio de la emisión de ceniza volcánica.

Monitoreo de la actividad

La energía de la señal sísmica de tremor (TR) ha mostrado una variación en los últimos días, con un leve aumento de energía y de las frecuencias dominantes. Este aumento puede deberse a la sobrepresión de los conductos por su sellado o a la presencia de ceniza en la columna de gas emitida.

El monitoreo visual del volcán Copahue ha revelado un "aumento en la actividad superficial, asociado principalmente a la emisión de gases volcánicos, acompañado por un fenómeno de intensa incandescencia nocturna, producto de la interacción de los gases volcánicos".

Durante la madrugada del 19 de octubre de 2024, las cámaras de monitoreo registraron un mayor aumento de la actividad superficial, dando lugar a un pulso de emisión de material particulado fino (ceniza volcánica) con una altura estimada de 200 metros sobre el nivel del cráter, que se dirigió hacia el sureste.

El SEGEMAR también ha detectado una columna de ceniza con dirección sureste mediante imágenes satelitales estacionarias. Además, se han registrado anomalías térmicas en la zona del cráter desde el 19 de octubre, con valores máximos de 13 y 10 MWs para los sensores VIIRS y Modis, respectivamente, valores considerados moderados.

Posibles consecuencias

Los expertos explican que esta actividad se relaciona con el abatimiento de la laguna cratérica del volcán Copahue, que ha provocado un aumento en la actividad sísmica y superficial, asociada a un tremor volcánico, desgasificación y emisión de ceniza volcánica, principalmente debido a una sobrepresurización temporal del sistema.

Aunque actualmente no se observan cambios significativos en la dinámica interna del volcán, no se descarta que pueda evolucionar hacia eventos de mayor energía. En el escenario actual, es posible que se produzcan fenómenos de desgasificación intensa, incandescencia nocturna, eventos explosivos menores tipo freático en el interior del cráter y emisión de columnas bajas de material particulado.

Esta actividad puede afectar a las poblaciones cercanas en función de las condiciones meteorológicas, como los cambios en la dirección y velocidad del viento, por lo que se recomienda tomar las precauciones necesarias. En este contexto, se sugiere un radio de probable afectación de aproximadamente 1000 metros desde el cráter activo del volcán.

Sobre el volcán Copahue

El volcán Copahue forma parte del Complejo Volcánico Caviahue-Copahue (CVCC), cuya historia eruptiva se remonta a unos 125.000 años. Es un estratovolcán de flancos tendidos, situado en el borde occidental de una depresión volcano-tectónica que alberga el lago Caviahue. Está compuesto principalmente por coladas de lava de composición andesítica y basáltico-andesítica, y depósitos piroclásticos subordinados.

En su cima hay nueve cráteres alineados en dirección noreste, de los cuales el único activo es el cráter más oriental, que contiene un lago ácido y presenta actividad fumarólica permanente.

Los productos relacionados con la actividad postglacial (más de 14.000 años) incluyen coladas de lava, oleadas piroclásticas, lahares y depósitos de caída asociados con explosiones freatomagmáticas.

Para el período histórico se registran 12 erupciones en los últimos 250 años, la mayoría de ellas de tipo freático, destacando las ocurridas en 1992 y 2000. El último ciclo eruptivo se inició el 22 de diciembre de 2012, con la generación de una columna eruptiva que alcanzó los 1500 metros sobre el cráter y se dispersó hacia el este-sureste, produciendo caída de tefra en territorio argentino.

Desde entonces, el volcán Copahue ha presentado manifestaciones casi de forma permanente, con emisión esporádica de ceniza, ocurrencia de explosiones freático-freatomagmáticas en el interior del cráter y actividad sísmica de magnitud variable. Además, el lago cratérico ha experimentado vaciamiento y recuperación posterior, evidenciando un sistema altamente dinámico.

Este volcán está considerado como el de mayor riesgo de Argentina debido a la existencia de las localidades de Caviahue y Copahue, situadas en un radio de 8 kilómetros del cráter del volcán. La Villa Termal de Copahue y el centro de esquí de Caviahue atraen a numerosos turistas en verano e invierno, lo que aumenta significativamente la población estable de ambas localidades.