El independentismo catalán sufre una sacudida tras las elecciones autonómicas
La debacle electoral del bloque independentista en las elecciones catalanas del pasado domingo continúa generando reacciones. Oriol Junqueras, presidente de Esquerra Republicana (ERC), ha anunciado que dejará la cúpula del partido tras las elecciones europeas de junio. Esta decisión se suma a la ya conocida dimisión del president en funciones de la Generalitat, Pere Aragonès, también de ERC.
Marta Rovira, secretaria general de ERC, tampoco repetirá en el cargo, "por coherencia". Los republicanos decidirán su futuro en un congreso extraordinario que se celebrará en Barcelona el 30 de mayo.
Junts también se ve afectado
Por su parte, Carles Puigdemont, líder de Junts, ha comparecido este jueves en una rueda de prensa para valorar los resultados electorales. Puigdemont ha reconocido que el resultado ha sido "decepcionante" y ha anunciado que el partido se encuentra en un "proceso de reflexión".
Puigdemont ha señalado que Junts no entrará en el Govern de la Generalitat y que se centrará en la oposición. El partido también convocará un congreso extraordinario para analizar el resultado electoral y decidir su futuro.
El PSC apuesta por un gobierno en minoría
Tras las elecciones, Salvador Illa, del PSC, se perfila como el candidato con más opciones de ser investido president de la Generalitat. El PSC apuesta por un gobierno en minoría, sin incluir en su gabinete a los comunes de Jéssica Albiach, que se han ofrecido a formar parte de ese eventual ejecutivo.
La estrategia del PSC supone aparcar la reedición de un ejecutivo tripartito como el que gobernó Cataluña hace 20 años, formado por socialistas, ERC e Iniciativa, uno de los partidos antecesores de los comunes. Los republicanos, ya habían decidido ir a la oposición antes de las dimisiones en su cúpula.
Reacciones de la UE
Las elecciones catalanas han generado también reacciones en la UE. Más de 250 líderes políticos, premios Nobel y organizaciones civiles han suscrito una carta abierta en la que piden a los líderes de la UE un compromiso con la defensa de la democracia. "Asegurar democracias sólidas en los Estados miembros de Europa es la base para combatir desafíos como el extremismo, la interferencia electoral, la propagación de información falsa o las amenazas a los periodistas", afirman en la misiva.