Eduardo Granados Palma, buscado por feminicidio, ya había sido condenado por un crimen similar hace dos décadas

La búsqueda de Eduardo Granados Palma se está intensificando después de que fuera señalado como el presunto responsable del asesinato de Astrid Cruz y su hijo Ángel Fernando en Zapopan, Jalisco. Este caso ha conmocionado a la comunidad, no solo por la brutalidad del acto, sino también por el historial delictivo de Granados Palma, quien ya había sido condenado por feminicidio hace 21 años. La información fue difundida por Grupo Milenio (milenio.com).

Un pasado marcado por la violencia

En 2004, Granados Palma confesó haber asesinado a su pareja, Martha Berenice, en Culiacán, Sinaloa. El modus operandi fue similar al del reciente crimen: el uso de un martillo. Tras el asesinato, intentó desviar la atención de las autoridades, incluso participando en la búsqueda de la víctima durante varios días. Sin embargo, las contradicciones en su declaración lo delataron. Fue detenido, encarcelado, se fugó y luego fue recapturado, siendo finalmente sentenciado a 24 años de prisión, según reporta Dora Núñez y Usi Toledo (s.f.) en Milenio.

Tras obtener su libertad en 2020, Granados Palma aparentemente se había reintegrado a la sociedad, llegando incluso a fundar una empresa de asesoría en seguridad, Grapesa International, y a presidir una organización que defiende los derechos del personal de seguridad, Mexicanos Uniformados. Sin embargo, este lunes, la historia se repitió con el trágico asesinato de Astrid Cruz y su hijo, perpetrado de la misma manera que el crimen de hace dos décadas.

El crimen reciente: Zapopan en shock

Astrid Cruz y su hijo Ángel Fernando fueron encontrados sin vida en su domicilio, maniatados y con signos de violencia. La hija menor de Astrid, de 9 años, se encuentra gravemente herida y hospitalizada. La policía presume que Granados Palma intentó deshacerse de los cuerpos, pero huyó antes de lograrlo.

La reacción de la familia y la búsqueda de justicia

Karla, hermana de Astrid, expresó su consternación ante los hechos, destacando el patrón similar al del asesinato de Martha Berenice. Según sus declaraciones a Milenio, la familia desconocía los antecedentes criminales de Granados Palma, quien había aislado a Astrid de su círculo cercano. Ahora, la familia exige justicia y pide a las autoridades de Jalisco, Ciudad de México y Sinaloa que no cesen en la búsqueda del feminicida. Están considerando unificar los tres casos en su contra para asegurar que no vuelva a quedar en libertad.

La investigación en curso

El gobernador de Jalisco, Pablo Lemus, ha asegurado que se están realizando todas las indagatorias necesarias para dar con el paradero de Granados Palma. Negó categóricamente que el presunto feminicida haya colaborado con el gobierno estatal y afirmó que las autoridades están colaborando con otras fiscalías, ya que existen indicios de que podría encontrarse fuera de Jalisco.

¿Dónde podría estar el fugitivo?

Las autoridades están siguiendo pistas que sugieren que Granados Palma podría estar en Ciudad de México o en Culiacán. La situación plantea serias interrogantes sobre el sistema de justicia y la reintegración de criminales violentos a la sociedad. ¿Cómo es posible que un feminicida convicto haya podido rehacer su vida y cometer un crimen similar? ¿Qué fallas en el sistema permitieron su liberación y su posterior ascenso en el ámbito empresarial y gubernamental?

La búsqueda continúa, y la presión pública aumenta para que Granados Palma sea capturado y llevado ante la justicia. Este caso no solo representa una tragedia para las familias de las víctimas, sino también un llamado de atención sobre la necesidad de fortalecer los mecanismos de prevención y protección contra la violencia de género.

¿Qué sigue ahora?

  • Continuar con la búsqueda exhaustiva de Eduardo Granados Palma.
  • Brindar apoyo a la familia de Astrid Cruz y Ángel Fernando.
  • Investigar a fondo las circunstancias que permitieron la liberación de Granados Palma en 2020.
  • Revisar y fortalecer los protocolos de reintegración social para personas condenadas por delitos violentos.

La comunidad está a la espera de respuestas y exige que se haga justicia para Astrid, Ángel Fernando y Martha Berenice.