Los organizadores de la fiesta electrónica donde murió Tania Abrile reconocen su responsabilidad

Los empresarios que organizaron la fiesta electrónica donde murió Tania Abrile en 2016 fueron condenados el pasado viernes a tres años de prisión condicional, tras declararse culpables, por la Cámara Criminal y Correccional de 6° Nominación de Córdoba. La joven había consumido anfetaminas y metanfetaminas que compró en el lugar.

A fines de julio, Iván Aballay y Héctor Baistrochi, dueños de Buenas Noches Producciones, fueron detenidos en la ciudad de Córdoba y en La Calera. Ambos reconocieron que ese tipo de reuniones son "riesgosas para la vida y salud de las personas" y fueron condenados por los delitos de facilitación de lugar para consumo de estupefacientes doblemente agravada y homicidio culposo.

Otras condenas

Además, sufrieron la inhabilitación por seis años para llevar a cabo cualquier actividad relacionada, directa o indirectamente, con la organización, producción, promoción, supervisión o administración de eventos de música electrónica. También deberán realizar trabajos comunitarios durante tres horas semanales por el término de dos años en la Fundación Moviendo Montañas y tienen prohibido salir del país sin pedir autorización.

Tania tenía 38 años y murió tras consumir drogas en el establecimiento.

Pero no fueron los únicos que recibieron una pena: por un lado, Walter Fabián Barreto, contratado como personal médico adicional pese a carecer de título habilitante, fue condenado a ocho años de prisión efectiva -aunque por cuestiones de salud podrá acceder a la prisión domiciliaria- por el delito de homicidio simple; y Mario Alfredo Novaro, guardia de seguridad, con tres años de prisión condicional y una inhabilitación para ejercer en el ámbito de seguridad de eventos electrónicos.

El tribunal estuvo integrado por los jueces Enrique Buteler, Pablo Brandán Molina y Esteban Díaz Reyna, quienes encabezaron el proceso abreviado en el que las partes pactaron una serie de condiciones que los dueños de BNP deberán cumplir, como por ejemplo devolver el premio Jerónimo que se les había otorgado en 2019, en forma de "expresión de arrepentimiento y gesto de pública disculpa". Cabe destacar que, en un principio, la Cámara de Acusación sobreseyó a los dueños del evento, pero luego el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) revirtió la decisión.

De esta manera, los jueces enfatizaron en que los acusados definieron la actividad como "riesgosa para la vida y salud de las personas"