Hospitalizado 24 horas antes de ser desahuciado por la marquesa
Un barrendero enfermo será obligado a dejar su casa de Vallecas que es propiedad de una aristocrática familia de abogados que reclama el piso después de 50 años.
El barrendero Mariano Soler, de 56 años, será desalojado este jueves de su casa de Vallecas en la que vive desde los tres años, propiedad de Carmen Elzaburu, de 94, años, titular del inmueble que reclama la aristocrática familia de abogados y dueños de aproximadamente una decena de propiedades, entre ellas el Club Puerta de Hierro.
Los hechos se remontan a 2022, cuando los dueños demandaron a Mariano por impago de 17 euros mensuales.
Según relata Mariano, el administrador dejó de recibirle los pagos y se puso en marcha la habitual estrategia que se sigue con los inquilinos díscolos: llamadas y amenazas por teléfono, dejar de recibir el pago del alquiler y finalmente amenazas al telefonillo y a cualquier hora del día.
"Sal de la casa, cabrón", "Hijoputa, eso no es tuyo", recuerda Mariano.
Finalmente, llegó la demanda por impago y se fijó una fecha para el juicio. Pero Mariano asegura que "nunca le llegó notificación alguna" y "nunca supo de ese juicio".
El caso es que se fija una fecha para el juicio que se celebra en ausencia del demandado y finalmente falla a favor del propietario por el impago de 17 euros mensuales.
“La técnica consiste en que no llegue la notificación. Unas veces con la dirección errónea, otras que no están y otras aprovechan la confusión con un vecino. El objetivo es conseguir que se celebre un juicio por impago al que el inquilino no se presenta”, dice Diego Sanz, de la Plataforma Antidesahucio de Vallekas (PAH).
En mayo llegó el primer desahucio, pero los médicos que examinaron a Mariano dijeron que tenía apnea, problemas coronarios, jaquecas y fue declarado vulnerable y se retrasó siete meses.
Este jueves es la fecha señalada. Los propietarios del apartamento son la familia Díez de Rivera Elzaburu, pertenecientes a la aristocracia madrileña desde que Alfonso XII rescató el marquesado Huétor de Santillán.
“Se celebró un juicio sin que yo me enterara donde se me condenó después de más de 50 años viviendo aquí”, insiste Mariano.
El apoyo de la PAH y de Vallecas, sin embargo, ha sido brutal. Las calles con su rostro empapelan el barrio y han aportado información para demostrar que la familia Elzaburu es “gran tenedor” y Mariano “vulnerable” para demostrar que está protegido contra el desahucio por el llamado “escudo social
La ley considera gran tenedor a quien posee más de diez propiedades y en el caso de Carmen Elzaburu, desde la plataforma aseguran haber adjuntado al juzgado los registros de 13 propiedades.
- Tres viviendas de más de 700 metros en la Avenida Miraflores con parcela
- El Club de Puerta de Hierro
- Una Dehesa con siete viviendas en Toledo
- Un piso más en Ciudad Real
- Otra finca más en Ciudad Real
A estas propiedades hay que añadir la vivienda de Mariano con aceite del día anterior en la sartén.
La justicia, sin embargo, ha dicho que no ha quedado acreditado que los Elzaburu sea “grandes tenedores”.
“No pago porque no me dejan, no porque no quiera”, dice Mariano que interrumpe repentinamente la conversación.
-Me voy a tomar la tensión, dice en medio de la entrevista.
-El médico me ha dicho que me tome la tensión cada día.
Mariano termina por fin de tomarse la tensión. 203 de máxima y 129 de mínima.
La entrevista termina de forma abrupta. Con el cuello rígido, dificultades al hablar, cualquier médico confirmaría que puede morirse en cualquier momento.
Mariano camina hasta la parada y sube al autobús rumbo al hospital con los nervios disparados. La cara de la enfermera que lo recibe es un poema y levanta las cejas cuando escucha los datos de la tensión. La mínima de Mariano es la máxima para un hipertenso.
Los médicos han decido que siga en observación hasta mañana, día del desahucio.
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