Los agentes de los Mossos d'Esquadra y el personal de seguridad privada se despliegan en la salida del metro de Paral·lel a las ocho de la noche del viernes. Entre las quejas de los usuarios registrados, se les pide que se identifiquen, vacíen sus bolsillos y entreguen sus bolsas. La policía pasa un detector de metales por su cuerpo y busca entre sus pertenencias navajas, cuchillos o puñales. Mientras tanto, los trabajadores de TMB aprovechan para pedir el billete a los pasajeros del metro.

Controles para reducir la inseguridad

Estos controles forman parte del plan Daga, una operación conjunta de los Mossos, la Guardia Urbana, la Policía Portuaria y la seguridad privada de la ciudad. Más de un centenar de agentes, vestidos de uniforme y de paisano, se distribuyen en los espacios de protección reforzada, donde se ha detectado una mayor concentración de cuchillos y navajas. El objetivo es retirar del espacio público el máximo de objetos peligrosos para reducir el número de situaciones con un arma implicada, ya sea por amenaza, robo con violencia o lesiones entre personas.

"Estos incidentes aumentan la alarma social y queremos reducir esta sensación de inseguridad", afirma el jefe de División de Seguridad Ciudadana y Proximidad de Mossos, Rafa Tello.

El teniente exige una "tolerancia cero" en el briefing: "Cualquier arma prohibida se denuncia y cualquier arma no prohibida en espacios de reunión o transporte público también se denuncia".

Zonas de control

Los registros se realizan principalmente en los distritos de Ciutat Vella, Sant Martí y Sants. "Se hacen controles en estaciones de metro, zonas de ocio nocturno, Rodalies y lugares de aglomeración de personas que por inteligencia policial es donde detectamos mayor presencia de armas", asegura Tello.

Las zonas de registro de tarde y noche son las mismas, "con la excepción de que por la noche se añade el ocio nocturno", añade la intendenta de la Guardia Urbana, Begoña Alday.

Incautaciones y denuncias

La noche termina con 78 denuncias por infracciones, de las cuales 39 son por posesión de armas blancas y 37 por estupefacientes. También se detienen a 13 personas por hurtos, robos con violencia y quebrantamiento de condena, pero no hay detenciones por posesión de armas. A estas denuncias se suman la media docena de incautaciones de navajas y cuchillos realizadas ayer por la mañana en las salidas de la estación de Sants.

Medidas adicionales

La jornada coincide con un encuentro por la mañana entre el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y el ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, donde acuerdan nuevas medidas para intensificar la lucha contra la multirreincidencia. Según el último sondeo de servicios municipales del Ayuntamiento de Barcelona, la percepción de inseguridad es el principal problema de los barceloneses y el aumento de la seguridad ha sido la principal petición de los encuestados.