La científica María Victoria Zunzunegui, vetada por el PP en la Asamblea de Madrid, denuncia la precaria situación de las residencias
La investigadora en epidemiología María Victoria Zunzunegui, quien recientemente ha sido vetada por el Partido Popular en la Asamblea de Madrid para comparecer como experta en materia de residencias de mayores, ha denunciado este martes la precaria situación de estos centros en la región.
En una entrevista con el diario 'El País', Zunzunegui ha señalado que el negocio de la dependencia en Madrid está marcado por la concertación público-privada, lo que lleva a que los contratos se adjudiquen a empresas cuyo objetivo principal es el lucro.
Según la experta, esto provoca que los contratos se concedan a empresas que ofrecen el presupuesto más bajo, sin que se tenga en cuenta la calidad de los servicios. En consecuencia, las personas mayores que residen en estos centros son las principales perjudicadas.
Zunzunegui también ha criticado la falta de indicadores de calidad en las residencias de Madrid. Según ha explicado, faltan datos sobre el número de fallecimientos, las causas de las muertes o el número de infecciones urinarias, caídas o úlceras que sufren los residentes.
"Es de primero de democracia"
La investigadora ha lamentado el veto del PP a su comparecencia en la Asamblea de Madrid, calificándolo de "censura preventiva". Según ha señalado, "en el parlamento se habla de asuntos públicos y si no te gusta preparas tus argumentos, pero no los vetas".
Zunzunegui ha recordado que, además de haber participado en la comisión ciudadana por la verdad en las residencias de Madrid, es doctora en epidemiología por la Universidad de California y profesora jubilada de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Montreal.
Medidas necesarias
En cuanto a las medidas necesarias para mejorar la situación de las residencias, Zunzunegui ha propuesto limitar el negocio de la dependencia y establecer indicadores de calidad en la atención. También ha abogado por reconocer los errores cometidos en el pasado para poder aprender de ellos y evitar que se repitan en el futuro.
La investigadora ha concluido señalando que "las muertes de miles de personas no han servido para mejorar las residencias. Solo reconociendo los errores podremos pensar cómo arreglar las cosas".