La Corte Suprema pone fin a su supervisión del Riachuelo tras 16 años
La Corte Suprema de Justicia de la Nación ha resuelto finalizar su supervisión del cumplimiento del Plan Integral de Saneamiento Ambiental del Riachuelo, que se inició en 2008.
Una lucha histórica
En 2004, un grupo de vecinos de Villa Inflamable, en la provincia de Buenos Aires, inició una acción judicial contra el Estado nacional, la provincia de Buenos Aires, el Gobierno de la Ciudad y 44 empresas por los daños ambientales ocasionados por la contaminación del Riachuelo.
Tras cuatro años de lucha, en 2008 la Corte Suprema dictó el histórico fallo "Mendoza", que ordenó la creación de un Plan Integral de Saneamiento Ambiental para mejorar la calidad de vida de los vecinos, recomponer el ambiente y prevenir futuros daños.
La intervención de la Corte
Desde entonces, la Corte Suprema ha supervisado el cumplimiento del plan, dictando sentencias, realizando audiencias, pidiendo informes y monitoreando los avances.
Según la Corte, esta intervención ha generado una "reforma estructural" que ha alineado las acciones del Estado con los derechos ambientales consagrados en la Constitución.
El rol de ACUMAR
La Autoridad de Cuenca Matanza-Riachuelo (ACUMAR), creada en 2006, ha sido clave en la implementación del plan de saneamiento.
ACUMAR cuenta con amplias facultades para regular y controlar las actividades que inciden en el ambiente de la cuenca, y ha presentado informes periódicos a la Corte sobre los avances en el cumplimiento del plan.
El fin de la supervisión
La Corte ha considerado que las "mandas" aprobadas en el fallo "Mendoza" se encuentran en ejecución con diferente grado de avance, y que no es su función seguir monitoreando los resultados.
No obstante, la Corte ha subrayado la importancia de que ACUMAR continúe su trabajo para cumplir con los objetivos del plan de saneamiento, y ha confiado en los mecanismos de control de la administración pública para supervisar sus actividades.
Un hito en la justicia ambiental
El fallo de la Corte Suprema pone fin a una etapa significativa en la lucha por la limpieza del Riachuelo, pero marca también un hito en la justicia ambiental en Argentina.
La intervención de la Corte ha permitido generar las herramientas necesarias para abordar la problemática ambiental de manera integral y sostenida, y ha sentado un precedente importante para futuras acciones de protección del ambiente.