La cruda belleza del otoño: Recogiendo leña, la pintura que despertó el naturalismo

En el Salón de París de 1882, la obra 'Recogiendo leña' del pintor francés Jules Bastien-Lepage causó un gran revuelo entre los críticos y el público. Esta pintura, ahora parte de la colección del Museo de Arte de Milwaukee (MAM) en Estados Unidos, se convirtió en un símbolo del naturalismo, un movimiento artístico que promovía la representación honesta y directa de la vida rural.

Bastien-Lepage, recién regresado de la guerra franco-prusiana, encontró en el campo un refugio y fuente de inspiración para su arte. Fue allí donde redescubrió su pasión por la pintura y decidió capturar la naturaleza en su estado más puro y crudo.

En 'Recogiendo leña', Bastien-Lepage representa a un anciano leñador y a su nieta, una imagen que simboliza tanto el peso de la vejez como la inocencia de la juventud. Esta dualidad se convierte en una alegoría del otoño, una estación que sugiere la transición de la vida y el paso del tiempo.

Con un uso inusual del color y una atmósfera luminosa, Bastien-Lepage crea una escena que influiría decisivamente en el impresionismo. La pintura fue aclamada y criticada a partes iguales. Algunos se vieron perturbados por el fondo extremadamente detallado y los rostros realistas, que se alejaban de la belleza idealizada del arte académico.

Sin embargo, esta era precisamente la intención de Bastien-Lepage: capturar la vida tal como es, sin adornos ni idealizaciones. El cansancio visible en las figuras invita al espectador a conectar emocionalmente con la escena.

El naturalismo de Bastien-Lepage rechazaba cualquier visión moralizante o edulcorada de la realidad. Su técnica de pintura al aire libre le permitió plasmar la naturaleza con toda su crudeza y esplendor. A pesar de la controversia inicial, 'Recogiendo leña' demostró que la verdad podía ser conmovedora y hermosa.

Hoy, esta obra sigue siendo un ejemplo icónico del naturalismo, un movimiento que rompió con las convenciones artísticas y abrió nuevos caminos para la expresión artística.

Cita:

García, Y. (2024, octubre 1). La belleza cruda del otoño: Recogiendo leña, la pintura que despertó el naturalismo. El Imparcial.