La Fiscalía de Medio Ambiente de Barcelona ha abierto diligencias de investigación a raíz de la denuncia de la Federació d’Ecologistes de Catalunya (EdC) contra el director de la Agencia Catalana del Agua (ACA), Samuel Reyes, por las reducciones de caudales ecológicos de los ríos Muga, Ter y Llobregat ante la emergencia por sequía declarada en Cataluña, que entró en vigor el pasado 1 de febrero.

¿Qué está ocurriendo?


Fuentes de la Fiscalía consultadas por Europa Press señalan que las diligencias se han abierto a raíz de la denuncia que el grupo ecologista presentó a finales de enero, tras el anuncio que hizo el 12 de diciembre la Generalitat. El grupo afirmaba que el Govern podía estar incurriendo en algún delito contra el medio ambiente.

¿Por qué es importante?


El caudal ecológico es la cantidad de agua que circula por un río que permite mantener la vida de la fauna y la vegetación, es decir, conservar su biodiversidad. El Govern había anunciado el 12 de diciembre que, ante la grave situación de sequía y para garantizar el consumo industrial y doméstico, reduciría de 500 a 250 litros por segundo el caudal del Llobregat; de 2.000 a 600 el del Ter; y de 135 a 40 el del Muga. Todas las bajadas se realizarían en las desembocaduras de los ríos.

¿Quién está involucrado?


Los ecologistas aseguraron entonces que estos recortes confrontaban con la ley de aguas vigente, del año 2001, que considera prioritarios los caudales ecológicos sobre el resto de los usos. No obstante, la Generalitat defendió que el Plan Especial de Sequía, diseñado en 2020, anteponía el consumo humano.

¿Qué consecuencias tiene?


Tras conocer la decisión de la Fiscalía, el grupo ecologista ha emitido un comunicado en el que ha pedido a la Generalitat “reorientar su política ambiental”. La federación ecologista denunció que esas reducciones suponen un 93% de media del volumen de los ríos y que tendrían consecuencias “muy graves” en la pérdida de la calidad del agua y en las comunidades biológicas.

¿Qué sigue?


La ACA había establecido en su plan de gestión de las cuencas fluviales de 2016/2021 que los volúmenes serían de 4.300 litros por segundo en el Llobregat; de 5.500 en el Ter; y de 1.200 en el Muga. “Es una bajada desproporcionada. Van a matar los ríos”, dijo entonces Joan Vàzquez, portavoz de los ecologistas, a este periódico. Fuentes de la ACA explican que todavía “no ha llegado ninguna notificación” por parte de la Fiscalía sobre la apertura de esta investigación. Estas fuentes añaden que las medidas adoptadas con los caudales “están previstas en el Plan Especial de Sequía y que se han aplicado diversas medidas para minimizar el impacto negativo en el medio”.

Este mismo martes, antes de trascender la apertura de la investigación por parte de la Fiscalía, la secretaria de Acció Climàtica de la Generalitat, Anna Barnadas, explicó que se estaban intensificando los controles para que no se produzcan daños a los ecosistemas. El Govern ha explicado que a corto plazo no se reducirá el caudal de emergencia del río Ter a 600 litros por segundo gracias a las lluvias y nevadas de las últimas semanas. Inicialmente, el caudal de emergencia del Ter está acordado en 600 litros por segundo, pero se pactó llevar a cabo la disminución en tres escalones: 1.400,1.000 y 600, y no se ha llegado a este último paso, ha afirmado este martes el Govern.