Descubrimiento de una momia revela la presencia temprana de la Peste Negra

Un grupo de investigadores ha desenterrado una momia egipcia que contiene pruebas de la bacteria Yersinia pestis, causante de la Peste Negra. Este hallazgo confirma que la enfermedad ya estaba presente en el norte de África mucho antes de su propagación por Europa.

Un descubrimiento histórico

La momia, que data de hace 3.290 años, fue descubierta en el Museo Egipcio de Turín. Pertenece a un hombre del Segundo Período Intermedio o principios del Imperio Nuevo en Egipto. Los análisis realizados por un equipo internacional revelaron rastros de ADN de Yersinia pestis en sus tejidos óseos e intestinales, lo que sugiere que el individuo padeció síntomas avanzados de la enfermedad antes de su muerte.

La Peste Negra: una pandemia devastadora

La Peste Negra fue una pandemia devastadora que azotó Europa en la Edad Media, acabando con la vida de entre 50 y 100 millones de personas. La enfermedad es causada por la bacteria Yersinia pestis, que vive principalmente en roedores y se transmite a los humanos a través de las pulgas. Los síntomas iniciales incluyen fiebre, escalofríos y bubones en los ganglios linfáticos, seguidos de debilidad general, náuseas y dolores musculares.

El impacto en el norte de África

El descubrimiento de la momia sugiere que la Peste Negra pudo haber llegado al norte de África mucho antes de lo que se pensaba anteriormente. Estudios anteriores habían sugerido la presencia de brotes de la Peste Bubónica en las orillas del Nilo, probablemente transmitidos por pulgas que viajaban con ratas en barcos antiguos. Este nuevo hallazgo proporciona pruebas más claras sobre el alcance de la enfermedad en esa época.

La importancia de la arqueología

El descubrimiento de la momia destaca la importancia de la arqueología en nuestra comprensión de la historia. Al estudiar los restos humanos y los objetos antiguos, los arqueólogos pueden arrojar luz sobre la difusión de enfermedades, las prácticas culturales y otros aspectos de la vida en el pasado. Este hallazgo no solo amplía nuestro conocimiento sobre la Peste Negra, sino que también ofrece información sobre el impacto de las pandemias en diferentes contextos históricos y geográficos.

Los investigadores continúan analizando la momia y la cepa antigua de Yersinia pestis que contiene para comprender mejor sus características y modos de transmisión. Este trabajo tiene el potencial de proporcionar información valiosa para la prevención y el tratamiento de futuros brotes de enfermedades infecciosas.

Fuente: El Imparcial