Empresas ofrecen vender trabajos universitarios completos, desde TFG hasta tesis doctorales

Ante el auge de la inteligencia artificial, que hace más que evidente la necesidad de educar en valores éticos para un uso responsable de la tecnología, basta con una rápida búsqueda en internet para darnos cuenta de que todo tiene un precio, a juzgar por la gran cantidad de empresas que ofrecen sus servicios online para que otros estudiantes no tengan que esforzarse.

¿Cuál es el valor de presentar un TFG, TFM o una tesis doctoral?

Ante semejante panorama, donde lo único realmente importante es tener una billetera lo suficientemente abultada como para compensar con ella el valor de quienes realmente consagran su tiempo y esfuerzo a crear algo auténtico, cabe preguntarse cómo todo esto puede ser siquiera legal o posible.

¿Cómo funcionan estas empresas?

Básicamente, estas empresas te ponen un precio por página. Por lo general, tienen una bolsa de especialistas para casi cualquier tema, que te proporcionarán un marco teórico formalmente correcto. A partir de ahí, puedes solicitarles la tesis completa a partir de unos objetivos establecidos, y ellos se encargarán del estudio, el precio y la redacción.

Por supuesto, no es lo mismo hacer un TFG o un TFM, que oscilan entre 300 y 1000 euros, que una tesis doctoral, que puede llegar a costar entre 15.000 y 30.000 euros. Pero siempre hay gente dispuesta a pagarlos.

¿Cómo es posible que esto sea legal?

Tendría que haber un intervencionismo, desde luego. El problema es que estas empresas se encuentran en un estado de alegalidad, y esa alegalidad es la que las protege por el momento. Éticamente es deplorable, pero se trata de un modelo válido desde el punto de vista mercantil.

¿No se puede legislar para ponerle freno a estas prácticas?

Por supuesto que sí. Así, lo único que se consigue es dañar gravemente al sistema universitario español. Que este tipo de empresas se anuncien de esta manera hace un daño terrible al sistema universitario español. Como decíamos antes, habría que reflexionar y replantearse si los Trabajos de Fin de Grado deberían ser para todos, o si deberían ser solo un plus para aquellos que realmente tengan vocación, y reconocerlos con un suplemento europeo al título, que fuera como un aliciente más.

El papel de los directores de tesis

Hablando de acompañamiento, parece increíble que este fenómeno se produzca incluso con las tesis doctorales. Porque se supone que un director o directora de tesis va supervisando el progreso del trabajo a lo largo de meses e incluso años.

Sin embargo, es posible que un director de tesis, al asignar un alumno, le vaya dando pautas, pero que este a su vez encargue los trabajos que le piden. Por ejemplo: “Oye, mira, ahora profundiza en el marco teórico, estos son los autores de referencia...”. Ese trabajo puede encargarse a una empresa que se encargará de la redacción, y así el alumno entrega un trabajo que, en principio, estará bien.

Y aquí aparece otra falla: que los directores de tesis no reciben ningún tipo de remuneración. Y deberían estar remunerados, al menos en las universidades públicas. Puede que dirijas cuatro tesis, una o ninguna, pero te pagan exactamente lo mismo, y eso repercute en la calidad.

Y luego te entregan unos textos redactados, pero no sabes si los has redactado tú o si los ha redactado una empresa que has contratado, y ahí es donde viene el problema. Porque lees un trabajo y dices: “Hombre, pues formalmente esto que me envía fulanito está muy bien, pero resulta que tú se lo has encargado a una empresa, y ahí yo ya me pierdo, porque detrás de estas empresas también hay profesores.

Profesores universitarios involucrados

Suelen ser profesores muchas veces asociados, docentes que cobran poco en la universidad, pero que se sienten capaces y ven en esto una forma de sacarse un sobresueldo. Y eso debemos tenerlo claro todos, porque nadie te va a encargar el trabajo de una tesis doctoral si detrás de ella no está la calidad de un profesor.