Investigación pionera recupera semillas autóctonas Navarra

Un proyecto ambicioso que recupera semillas autóctonas navarras está en marcha desde 2018. La empresa pública navarra INTIA, en el marco del proyecto LIFE-IP NAdapta-CC, ha incorporado a la Guía de Variedades Locales Hortícolas de Navarra 92 simientes diferentes. El proyecto ha ido más allá, pues ha cultivado 12 de estas variedades en sus fincas experimentales. Hace apenas unas semanas entregaron 24,9 kilos de semillas al Banco de Germoplasma del Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria (CITA) de Aragón para garantizar su conservación.

Las causas del rescate de semillas

El responsable del proyecto y de la finca que tiene INTIA en Sartaguda, Salomón Sádaba (Cárcar, Navarra, 57 años), explica que, con el paso de los años, “las casas de semillas han ido seleccionando variedades que obedecen a criterios, sobre todo, de productividad”: “Muchas variedades antiguas utilizadas en los pueblos se han visto desplazadas y solo se mantienen en caseríos, huertas y mejanas de pequeños productores, de aficionados en muchos casos, que las cultivan para consumo propio. Cuando fallecen, se van con ellos todas las variedades que tienen”.

Cuando una semilla se pierde, remarca Sádaba, no solo desaparece un producto, también la cultura gastronómica que lo rodea: “Hay algunos que te cuentan, por ejemplo, que esa variedad de maíz se utilizaba en el caserío en tiempos de la guerra porque había que comer y no era fácil y, por eso, mantienen esas semillas con mucho cariño”.

El proceso de recuperación

Para recuperar el mayor número de variedades posible, los técnicos hicieron un llamamiento a través de las redes de semillas y, reconocen, también ha funcionado bien el boca a boca. Dieron con las simientes de Urrutia, dueño de un restaurante en el municipio de Ujué, por casualidad: “Vinieron a comer los de INTIA a mi restaurante y, a uno que lo conozco, le regalé un bote de melona. Me dijo que eso es lo que estaban buscando. Luego les puse en contacto con gente que conocía”.

  • Recolección de muestras
  • Multiplicación de muestras en fincas experimentales
  • Entrega al Banco de Germoplasma del CITA de Aragón

El siguiente paso ha sido llevarlas al Banco de Germoplasma del CITA de Aragón. Esta entidad es un banco hortícola público cuya responsable, Cristina Mallor (Huesca, 51 años), detalla que su labor es garantizar que las semillas que reciben se conservan a largo plazo.

Cuando las multiplican, envían una parte al Centro Nacional de Recursos Fitogenéticos de Madrid, “que es el banco nacional de referencia”.

Las simientes sobrantes procedentes del proyecto de INTIA se destinarán a la red de Bibliotecas y Semillas impulsada por el servicio de bibliotecas de Navarra que, entre otras cosas, las distribuye entre los usuarios.

Variedades cultivadas y previstas

  1. Alubia negra de Oco
  2. Alubia de Leitza
  3. Maíz Narbarte
  4. Maíz Urdazubi

Los técnicos de INTIA prevén cultivar en los próximos meses otras 16 variedades de seis productos distintos con el mismo objetivo: conservarlas a lo largo del tiempo.