La obesidad es un problema de salud pública que ha aumentado en los últimos años y se ha convertido en un factor de riesgo importante para el desarrollo de la diabetes mellitus tipo 2, una enfermedad crónica degenerativa que afecta a un gran porcentaje de la población.
Según la médico bariatra Fabiola Méndez Cobos, la alimentación juega un papel fundamental en el desarrollo de estas enfermedades. Una dieta inadecuada, con exceso de grasas, carbohidratos simples y alimentos industrializados, puede ocasionar un aumento de triglicéridos y colesterol, así como otras alteraciones metabólicas.
La relación entre la obesidad y la diabetes tipo 2 es similar a la de un árbol con un tronco grueso, donde la obesidad es la base y la diabetes es una de sus principales ramas. Esta enfermedad afecta aproximadamente al 70% de la población y se está desarrollando rápidamente.
La insulina, una hormona producida por el páncreas, desempeña un papel crucial en el metabolismo de la glucosa. Cuando la secreción de insulina está disminuida debido al exceso de trabajo del páncreas, se produce un aumento en la concentración de glucosa en la sangre, lo que da lugar a la hiperglucemia. Si no se controla, esta resistencia a la insulina puede derivar en la enfermedad de diabetes mellitus.
Es urgente cuidar nuestra alimentación y adoptar un estilo de vida saludable para prevenir la obesidad y la diabetes tipo 2. La especialista en obesidad, Fabiola Méndez Cobos, advierte sobre las consecuencias de una mala alimentación y malos hábitos a la hora de comer. Es importante cambiar nuestros hábitos, asistir a revisiones médicas y seguir recomendaciones para mantener una dieta equilibrada y realizar actividad física regularmente.