La salud mental y la elección profesional: un vínculo significativo

La Escuela de Medicina Icahn del Monte Sinaí ha publicado un estudio innovador que explora la relación entre la predisposición genética a los trastornos psiquiátricos y la elección de carrera. El estudio, realizado con más de 400.000 trabajadores en Estados Unidos y el Reino Unido, revela vínculos entre trastornos como el TDAH, el autismo, la depresión, la esquizofrenia y la ansiedad, y determinadas профеsiones.

Según los investigadores, estos rasgos psicológicos pueden influir en la orientación profesional de los individuos, aunque solo hasta cierto punto. Los trastornos neuropsiquiátricos, a pesar de su prevalencia y alta heredabilidad, siguen estando estigmatizados en la sociedad. "Nos propusimos examinar si ciertas variantes genéticas que aumentan el riesgo de desarrollar estos trastornos también podrían conferir ventajas potenciales en campos laborales específicos", explicó Georgios Voloudakis, autor principal del estudio.

El estudio también analizó las posibles desventajas que pueden enfrentar las personas con predisposición genética en su trayectoria profesional. La investigación abarcó 20 sectores ocupacionales, revelando que los artistas y diseñadores eran más propensos a padecer afecciones como anorexia, trastorno bipolar, autismo, esquizofrenia y depresión.

Además, algunas profesiones mostraban una relación predominante con un solo trastorno. Los profesionales de STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) tenían más probabilidades de estar dentro del espectro autista, mientras que la esquizofrenia era más común entre los trabajadores sociales y comunitarios. En el caso de los educadores, la anorexia nerviosa resultó ser la afección más frecuente.

Las carreras que parecían ser las más estables en términos de salud mental incluían arquitectura e ingeniería, atención sanitaria, agricultura, finanzas, administración de oficinas, gestión y ventas. Por otro lado, los trabajos más asociados con el TDAH requerían niveles educativos generalmente más bajos, lo que podría indicar un sesgo en el sistema educativo.

A pesar de la importancia estadística de estos hallazgos, los investigadores enfatizan que los marcadores genéticos solo explican un pequeño porcentaje de la elección de carrera, aproximadamente un 0,4%. Factores como la edad y el género desempeñan un papel más influyente. "Estos resultados no implican que podamos predecir la carrera de alguien basándonos en su genética, sino que destacan tendencias grupales sutiles", concluyó Voloudakis.

"Nos inspiramos en examinar si ciertas variantes genéticas que aumentan el riesgo de desarrollar estos trastornos también podrían ofrecer beneficios potenciales en determinados campos laborales", explicó Georgios Voloudakis, autor principal del estudio.