La sanidad andaluza, al borde del colapso en el sureste de Sevilla
La sanidad pública andaluza se encuentra en una situación crítica en el sureste de la provincia de Sevilla, donde 180.000 personas, una población similar a la de San Sebastián, sufren listas de espera de hasta dos años para un diagnóstico y tres semanas para una cita con su médico de cabecera. La falta de médicos y las precarias condiciones laborales están provocando una fuga de facultativos que amenaza con empeorar aún más la situación.
Médicos sobrecargados y pacientes desesperados
Los hospitales y ambulatorios de la zona están bajo mínimos, con solo el 50% de los médicos necesarios. En el centro de salud de Osuna, por ejemplo, solo hay seis médicos y otro a media jornada, de los 14 que deberían atender a los pacientes. La sobrecarga de trabajo es tal que los médicos están viendo a más de 45 pacientes al día, muy por encima del tope de 35 enfermos establecido por la Junta de Andalucía.
Los pacientes, mientras tanto, sufren las consecuencias de esta situación. María Baena, vecina de Gilena, lleva 10 meses esperando una cita con el médico internista para su marido, que padece sarcoidosis pulmonar. Rosario Andújar, alcaldesa de Osuna, denuncia que hay personas que llevan hasta dos años sin diagnosticar y que la Inspección Médica les llama para decirles que se reincorporen a su trabajo o les dan la incapacidad.
Fuga de médicos y falta de soluciones
La situación está empeorando a medida que los médicos abandonan la zona en busca de mejores condiciones laborales. La provincia de Sevilla pierde cada dos días un médico, que opta por otra provincia o región, o por emigrar al extranjero. Las comunidades gobernadas por el PP han pedido al Ministerio de Sanidad que permita a los médicos sin la especialidad acabada trabajar en atención primaria, pero el Gobierno central considera esta contratación "ilegal" por incumplir una directiva europea.
La Junta de Andalucía ha anunciado un nuevo decreto para mejorar las condiciones laborales de los médicos de familia destinados a zonas de difícil cobertura, pero no está claro cuándo estará listo ni si llegará a tiempo para salvar la crítica situación del sureste sevillano.
Concentraciones y protestas
Los alcaldes de los 24 municipios afectados, de todos los partidos políticos, se han unido para protestar por el deterioro de la sanidad pública en la zona. El pasado jueves acordaron encerrarse durante 24 horas en julio en un edificio para presionar a la Junta. Al menos en cinco de los municipios se producen concentraciones semanales para denunciar la situación.
La Marea Blanca por la sanidad pública también está movilizando a los vecinos, cada vez más indignados. "Ahora viene un verano catastrófico por la nefasta gestión sanitaria", se queja Juan Monedero, su representante en la zona. "El maltrato laboral viene de tener 15 guardias al mes y 70 pacientes al día, y así los médicos huyen porque con tanto estrés, eso no es medicina".