La sequía está cambiando el paisaje de las ciudades y afectando a su arbolado
Las altas temperaturas, la escasez de lluvias, las plagas o el simple envejecimiento están debilitando los árboles de las ciudades, que son auténticos refugios climáticos en medio del asfalto ante las frecuentes olas de calor.
¿Por qué se caen los árboles urbanos?
Según los expertos, la mayoría de las caídas suelen producirse por deshidratación. "Ni el clima es benigno ni la ciudad es amigable para ellos", afirma el director del Jardí Botànic de la Universitat de València, Jaime Güemes.
Además, el sellado del suelo o la poda para acomodarlos a las necesidades humanas están deteriorando los árboles por dentro. "No sabemos lo que les sucede a las raíces porque están ocultas en el subsuelo, y la raíz es la boca de la planta. Cada zanja que se abre en el viario puede dañar las raíces y exponerlas a los patógenos", advierte Güemes.
El fenómeno se extiende por toda la cuenca mediterránea
El fenómeno no se limita a Valencia, sino que es común a toda la cuenca mediterránea española, desde Andalucía hasta Cataluña.
"Hay que preparar las ciudades para el cambio climático y reorientar si es necesario las especies que se plantan. Debemos disponer de un buen inventario del arbolado urbano, bien monitorizado, para ver cómo responde al estrés climático y si tenemos que buscar especies más de climas áridos", plantea Inma Gascón, vicepresidenta de la Asociación Española de Arboricultura (AEA).
Es urgente renaturalizar las ciudades
Los expertos urgen a renaturalizar las ciudades y que el verde urbano mande en la planificación urbanística. "Las ciudades necesitan ser más verdes pero un verde que nos cueste menos dinero y no nos de tantos problemas", observa Gascón.
En Valencia, el ayuntamiento está trabajando en un Plan Verde y de Biodiversidad que contempla medidas como desasfaltar el 40% de la ciudad y reconvertir sus tejados de zinc en cubiertas reflectantes. También se plantarán más árboles y se recuperarán los pavimentos permeables.
"Los árboles envejecen, lo hacen más en las ciudades y aun más con condiciones climáticas adversas", asegura el catedrático Antonio del Campo García, profesor de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica y del Medio Natural de la Universitat Poltècnica de València.
El catedrático considera que es mejor sustituir un arbolado envejecido antes que mantenerlo "a toda costa", a excepción de los árboles monumentales, que deben ser protegidos y asegurados mediante técnicas especiales.
Los jardines botánicos se preocupan por sus colecciones de arbolado
Los jardines botánicos también están preocupados por sus colecciones de arbolado. En el de Valencia hay ejemplares que rozan los 200 años de vida. "Nos hemos incorporado a una estrategia mundial de alianza de jardines botánicos contra el cambio climático. Nos guiamos en cada plantación por la resistencia ante las previsiones climáticas", cuenta su director, Jaime Güemes.
El jardín botánico colabora con el Ayuntamiento, SEO-Birdlife y Global Nature en la renaturalización de la ciudad. Concretamente, en el jardín previsto en el solar de Jesuítas, inspirado en la huerta como centro de formación en agricultura urbana, en huertos urbanos previstos en Malilla y en la pradera de biodiversidad que está en el Jardí del Turia, bajo las Torres de Serranos. Todos estos proyectos están financiados con fondos europeos Next Generation.