Los comunes exigen a ERC, CUP y PSC: “Basta de políticas de derechas y de pactar con la derecha independentista”

Catalunya en comú marca como objetivo en su asamblea “defender a la clase trabajadora” y hace autocrítica: “Hay excesiva distancia entre la dirección y la militancia”

Catalunya en comú celebra este fin de semana su cuarta asamblea, adelantada un año tras los malos resultados de las últimas elecciones, y en la que se han marcado como reto “reconectar con la ciudadanía” y defender “a la clase trabajadora”. El encuentro supone un punto de inflexión, por la marcha de Ada Colau y Jessica Albiach de una coordinadora con tres cabezas, de las que se queda Candela López (que ha anunciado que dejará su escaño en el Congreso), y entra Gemma Tarafa.

En la primera mañana de la asamblea, Albiach, que continuará como jefa de filas en el Parlament, ha hecho el discurso más contundente, asegurando que la izquierda representa una “mayoría popular” y haciendo autocrítica. “Las izquierdas nos equivocamos cuando pensamos más en el adversario y nos fijamos en las elecciones”, ha alertado y ha lanzado un llamado al resto de partidos: “Desde ERC a la CUP y PSC, basta de hacer políticas de derechas y basta de pactar con la derecha independentista. Hemos de abrir una nueva etapa: ni políticas de derechas ni pactos con la derecha”, ha exigido.

Albiach ha criticado “a los sectores del PSC que están en el frente conservador” y ha arremetido contra Junts, “que pone la alfombra roja a La Caixa y Repsol”.

La asamblea de los comunes se celebra cuando Cataluña ha pasado página del procés independentista, y el PSC ha vuelto a gobernar la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona después de 17 años. Mientras, los comunes han perdido diputados en Madrid, en el Parlament y concejales en toda Cataluña, pero siguen siendo claves en la gobernabilidad de las tres administraciones. Les necesitan para sus políticas tanto el presidente Pedro Sánchez (que tiene de ministro de Cultura a Ernest Urtasun), como Salvador Illa en la Generalitat y el alcalde Jaume Collboni en la capital catalana.

Otra cuestión a destacar: la ausencia de la también ministra y líder de Sumar, Yolanda Díaz, en este encuentro, cuando en la anterior asamblea fue la estrella invitada y bendecida como candidata a la presidencia del Gobierno. “Nunca quisiste ser presidenta ni líder mundial, pero te ha tocado. España te necesita”, le dijo Colau, entonces alcaldesa.

Los comunes y Sumar concurrieron como coalición en las últimas elecciones catalanas, generales y europeas.

En su discurso, la exalcaldesa, que se despidió del Ayuntamiento de Barcelona hace dos semanas, ha insistido en que solo se marcha de la dirección y ha dejado la puerta abierta a volver. “Me despido, pero no significa en ningún caso dejar el espacio de los comunes, es mi familia política, seguiremos trabajando duro, pero dejo la primera línea de la coordinación”.

Colau ha situado como primer reto del partido “actualizar las tesis, reconectar con la ciudadanía y ser una herramienta útil para impugnar el estado de las cosas y crecer”. Y ha recordado que “la base de todo es el municipalismo”. De los últimos diez años, ha celebrado que “no haber cedido en la polarización, pese a que ha provocado tensiones internas”, sin especificar si se refería al procés o al eje izquierda-derecha.

La exalcaldesa ha cargado también contra Illa por su papel ante la invasión de Palestina —“me da vergüenza como catalana que se ponga de perfil, la historia nos juzgará y Cataluña debe estar en el lado correcto”— y ha prometido frenar la ampliación del aeropuerto de El Prat: “La pararemos, no permitiremos que se cometa un crimen como sería la ampliación”.

Pese a que Colau ha intervenido en el punto dedicado al informe de gestión, han sido Albiach y López quienes se han centrado en la cuestión. Y han hecho autocrítica, comenzando por citar el retroceso electoral, lo que ha evitado la fundadora, que ahora presidirá la fundación del partido y viajará por el mundo, en ciudades que le piden explicar su experiencia como alcaldesa, y repensará el discurso de la izquierda.

Albiach ha destacado que, pese a los malos resultados recientes, los comunes han “movido el tablero político”, pero ha llamado a “hablar de modelo de partido, ser más creativos y mirada estratégica”. En 10 años de existencia de los comunes, ha habido 14 convocatorias electorales.

Pero quien más autocrítica ha hecho ha sido Candela López. Ha llamado a “aprender de los errores para no tropezar dos veces con la misma piedra” y ha dado cuenta de las críticas recibidas de la militancia durante la preparación del congreso. El mensaje, ha explicado, es que “no ha sido escuchada” y hay “distancia excesiva entre la dirección y la militancia”. Es necesario, ha dicho, “mejorar la democracia interna y los mecanismos de toma de decisiones, que se tomen desde abajo hacia arriba, y no que las que toma el grupo parlamentario lleguen luego al resto de la organización”.

El malestar de algunos sectores ha sido visible en la primera mañana de la asamblea, aunque tímidamente, en dos cuestiones: los tímidos aplausos a Colau en su discurso y el 28% de votos que han sumado los noes y abstenciones al reglamento de una asamblea donde se anunciaron las nuevas coordinadoras antes de que se abriera el plazo de presentación de candidaturas.

En su intervención, López ha anunciado que, en el marco de la necesidad de “cambiar las dinámicas”, predicará con el ejemplo y “pronto” dejará su acta de diputada en el Congreso de los diputados.