Junts pide gestos concretos al Gobierno para negociar los Presupuestos
Junts per Catalunya ha celebrado un congreso en el que ha reafirmado su voluntad de mantener los puentes con el PSOE y su estrategia de dar los votos a cambio de acuerdos concretos para Cataluña. El cónclave, que ha encumbrado en la presidencia a Carles Puigdemont, ha hecho una apuesta por acercarse a la centralidad, mientras la nueva ejecutiva reclama al Gobierno “gestos contundentes” para que haya un acuerdo para tramitar los Presupuestos.
Los pasos que reclama Junts
El vicepresidente Antoni Castellà ha solicitado este lunes del Gobierno pasos como repartir el techo de gasto en tres tercios (Estado, comunidades y Ayuntamientos) o bien la condonación del fondo de liquidez autonómico (FLA) para compensar la falta de ejecución de los presupuestos.
El PSOE admite que ahora mismo le preocupa más los votos de Podemos tras exigir el 90% de sus bases para aprobar los presupuestos la ruptura de relaciones con Israel y la reducción del 40% del precio de los alquileres.
Castellà ha admitido, en una entrevista en Catalunya Ràdio, que el “gran debate” son los Presupuestos y que ese gesto puede propiciar un acuerdo para empezar la tramitación de las cuentas, no a aprobarlas. “Aumentar el techo de gasto pueden suponer 2.000 millones de euros más para el Govern de Salvador Illa”, ha afirmado a título de ejemplo.
Jordi Turull, secretario general, ha agregado que siempre han sido muy claros con las reuniones que mantienen con el PSOE en Suiza y que les han avisado de que para acordar las cuentas tienen que cumplir pactos como la oficialidad de catalán en Europa, las inversiones pendientes o el traspaso en materia de inmigración.
La lectura del PSOE
El PSOE ha hecho una lectura positiva del cónclave de Junts y percibe que ha suavizado sus posiciones desde la puesta en marcha en el Congreso de las comisiones sobre la Operación Cataluña y la del 17-A. “Vamos a dar tiempo a la nueva ejecutiva. Cumplimos lo que pactamos”, dicen.
Las cuentas, en el mejor de los casos, se prorrogarían al menos entre dos y tres meses después del congreso de ERC. El aliado que ahora mismo genera más dudas en el PSOE es Podemos, después de que el 90′% de su militancia haya votado a favor de la propuesta de la dirección de romper relaciones con Israel y bajar el 40% los alquileres. Los socialistas consideran inviables sus peticiones.
El enfado de Junts en el Parlament
Mientras Junts pide en el Congreso gestos, en Barcelona el grupo parlamentario ha mostrado en el Palau de la Generalitat un enorme enojo. Illa ha recibido este lunes al presidente del Parlament, Josep Rull y a varios líderes de los grupos parlamentarios por primera vez desde que asumió el cargo. Fuentes del Govern aseguran que han sido entrevistas de corte protocolario.
Mònica Sales, la portavoz parlamentaria de Junts, ha considerado una falta de respeto esa tardanza cuando se ha visto ya siete veces con el Rey y ha acusado de Illa de ser un presidente sucursalista, de querer “desnacionalizar Cataluña”, que es una “vergüenza” que oculte la senyera y que ha excluido al Puigdemont de sus reuniones en la ronda con los expresidents. “Lo quiere excluir y borrar como hizo con el 1-O. Sigue aplicando el 155 que tanto defendió”, ha dicho Sales.
ERC y los comunes, socios de investidura de Illa, han recordado que fiscalizarán el cumplimiento de los acuerdos pactados. Marta Vilalta, portavoz republicana, ha advertido de que, sin concreción en el modelo de financiación, no habrá pasos “en nada más”. “Esa es la clave. Lo sabe la consejera de Economía (Alícia Romero) y lo sabe Illa. La pelota está en su tejado”, ha advertido.
“No tiene garantizados nuestros votos”, ha avisado Jéssica Albiach, que reclama mejoras sustanciales en políticas de vivienda para aprobar las cuentas. Vox y Aliança Catalana han rechazado acudir al Palau. La cita de Illa con el popular Alejandro Fernández se ha aplazado por problemas de agenda a este jueves.