Buenas noticias para el barrio madrileño de Abrantes
Después de cuatro años de lucha por una sanidad pública de calidad, los vecinos de Abrantes, en el distrito de Carabanchel, han regresado con buenas noticias desde Ginebra (Suiza), donde se reunieron con el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos y con Misiones Permanentes de varios países miembros para buscar soluciones a la situación de su centro de salud.
Tras recorrer más de 1.650 kilómetros en bicicleta y furgoneta en 18 etapas ciclistas, el grupo ha sido recibido por decenas de personas con aplausos y vítores a la sanidad pública. En una rueda de prensa celebrada a las puertas del ambulatorio, Rian Gómez, una de las vecinas que ha formado parte de la expedición, ha asegurado que se abre un nuevo periodo de trabajo conjunto con los organismos internacionales para mejorar la atención sanitaria en Abrantes.
El desmantelamiento de la sanidad pública
Aranda, otro de los ciclistas que ha participado en la ruta, ha definido Abrantes como "la zona cero del desmantelamiento de la sanidad pública en la Comunidad de Madrid". Según datos de la propia Consejería de Sanidad, el centro de salud cuenta actualmente con 11 médicos de familia de los 17 que debería tener y sólo 2 pediatras de los 4 asignados.
Esta falta de personal provoca que los vecinos tengan que esperar hasta dos meses para obtener una cita con su médico de cabecera. Incluso este martes, la app Tarjeta Sanitaria Virtual informaba de que no había ninguna cita disponible para los pacientes de Abrantes.
Manifestaciones y otras acciones vecinales
Ante esta situación, los vecinos de Abrantes han realizado numerosas protestas y manifestaciones, así como jornadas de recogida de reclamaciones y encierros en el ambulatorio y en la oficina de la gerente de Atención Primaria. En 2022, también se quejaron ante el Defensor del Pueblo, consiguiendo que solicitara a la Consejería de Sanidad que tomara medidas para reforzar la atención sanitaria en el centro.
Además, en enero, integrantes de la Asamblea Popular de Carabanchel denunciaron a la Consejería por una presunta violación del derecho a la salud. Sin embargo, ante la falta de soluciones, los vecinos decidieron emprender su particular ruta a la ONU.
El apoyo de los organismos internacionales
En Ginebra, el equipo se reunió con altos funcionarios de la Organización Mundial de la Salud, con Misiones Permanentes de Colombia y España, con el centro de investigaciones y de apoyo a movimientos sociales Cetim y con la plataforma de sindicatos de Ginebra. Según ha explicado Rian Gómez, se ha trasladado la situación de la sanidad en Abrantes y se ha iniciado un periodo de trabajo conjunto para buscar soluciones.
Además, habrá reuniones con varias misiones permanentes "con la intención de iniciar un Examen Periódico Universal (EPU) por la vulneración del pacto de derechos sociales, económicos y culturales". Los EPU se presentan por ciclos y el próximo examen de España será entre abril y mayo de 2025. Para que Abrantes presente su caso en el gran informe nacional, la mesa de trabajo debe preparar un documento.
Mientras tanto, los vecinos de Abrantes seguirán trabajando desde el barrio. El próximo 12 de septiembre retomarán las manifestaciones que se realizan cada jueves frente al ambulatorio. En los últimos cuatro años, ya han convocado más de 140 protestas.
El compromiso de la Comunidad de Madrid
Por su parte, la Comunidad de Madrid ha asegurado que "hace todo lo posible" por mejorar el centro de salud de Abrantes. La consejera de Economía, Rocío Albert, ha afirmado que la situación está "solucionada" por las alternativas que se dan a los pacientes para ser atendidos por otros profesionales en ese mismo ambulatorio o en otros.
Sin embargo, los vecinos recuerdan que la nueva infraestructura que se ha prometido desde el Gobierno de Esperanza Aguirre (2003-2012) debe llegar con suficientes médicos y pediatras.
El Gobierno regional ha publicado los pliegos para la construcción de 16 nuevos centros de salud, entre ellos, el de Abrantes. En este, concretamente, se invertirán más de siete millones de euros en una obra que tardará dos años. El ambulatorio, de dos niveles, contará con 12 consultas de medicina de familia, 10 de enfermería, dos de pediatría, uno de enfermería pediátrica, uno de pediatría y dos de odontología.
Además, habrá dos salas polivalentes, una sala de lactancia, dos salas de técnicas y curas, una consulta de urgencias, una sala de ecografía y de intervenciones menores, entre otras áreas.