Menores migrantes tutelados de Madrid en la calle al cumplir 18 años
Cada año, cientos de jóvenes migrantes tutelados por la Comunidad de Madrid se ven abocados a buscarse la vida en la calle al cumplir la mayoría de edad. La falta de plazas en pisos de transición y la precariedad del sistema de protección les empujan a una situación de extrema vulnerabilidad.
Un sistema colapsado
El sistema de protección de menores en Madrid está colapsado. El número de menores migrantes tutelados no para de crecer, y la red de recursos para atenderles no ha crecido al mismo ritmo. En 2024 solo había 144 plazas en pisos de transición a la edad adulta destinados a estos jóvenes, y en 2025 el número apenas se incrementará hasta 167.
Esta falta de plazas hace que muchos jóvenes se vean obligados a abandonar los centros de acogida sin ningún tipo de apoyo. Según datos del gobierno regional, cinco extutelados por el gobierno regional han recurrido a la ayuda en la Red de personas sin hogar.
Un futuro incierto
Los jóvenes que se ven obligados a buscarse la vida en la calle se enfrentan a un futuro incierto. Muchos de ellos no han tenido la oportunidad de aprender las habilidades básicas para desenvolverse como adultos, y se encuentran en una situación de gran vulnerabilidad.
El riesgo de exclusión social para estos jóvenes es muy alto. Sin recursos, sin apoyo y sin un lugar donde vivir, es fácil que acaben en la calle, en la delincuencia o en las adicciones.
Medidas urgentes
Es urgente que la Comunidad de Madrid tome medidas para garantizar que todos los jóvenes migrantes tutelados tengan acceso a una vivienda y a un apoyo adecuado cuando cumplan la mayoría de edad. Es necesario aumentar el número de plazas en pisos de transición, y mejorar los programas de apoyo para estos jóvenes.
También es importante trabajar en la prevención, mejorando el sistema de protección de menores y evitando que estos jóvenes se vean abocados a la calle.
“Estamos saliendo chicos mayores después de estar tiempo en el centro. Se van sin nada. Hoy sale un chico tutelado con 18 años, y no se le va a gestionar nada más. Vamos, que a la puta calle. Qué pena”.