Un caótico debate sobre la restitución de un diputado destituido de Turquía desciende en una pelea en el Parlamento
El Parlamento de Turquía ha sido escenario de una batalla campal mientras los legisladores debatían el caso de un exdiputado destituido y encarcelado, Can Atalay, acusado de "intentar derrocar al gobierno" tras las protestas antigubernamentales.
El debate comenzó cuando Ahmet Sik, diputado del partido izquierdista TIP, acusó de "total falta de vergüenza" a los parlamentarios del partido islamista AKP, que gobierna Turquía desde 2002. Sus palabras desencadenaron un tumulto que obligó a suspender temporalmente la sesión.
Según informes de los medios de comunicación, cuando Sik reanudó su discurso, un diputado del AKP se abalanzó sobre él, propinándole puñetazos e iniciando una pelea multitudinaria. Una diputada del partido izquierdista DEM resultó herida en los enfrentamientos, dejando rastros de sangre en el suelo del hemiciclo.
El incidente se produce en medio de una creciente tensión política en Turquía, donde el presidente Recep Tayyip Erdogan ha estado ampliando su control sobre el poder y silenciando la disidencia.
Contexto del arresto de Can Atalay
Can Atalay, exdiputado del partido izquierdista TIP, fue detenido en 2022 y acusado de "intentar derrocar al gobierno" en relación con su participación en las protestas antigubernamentales de ese año.
Atalay fue destituido de su cargo por el Parlamento en 2022, a pesar de que el Tribunal Constitucional declaró más tarde que no era culpable. Sin embargo, el AKP se opone firmemente a su restitución, lo que ha provocado el enfrentamiento actual.
Reacciones al incidente
El incidente ha sido ampliamente condenado por los grupos de derechos humanos y la oposición política. El Partido Republicano del Pueblo (CHP), el principal partido de la oposición, ha pedido la dimisión del presidente Erdogan y la convocatoria de elecciones anticipadas.
El AKP ha defendido sus acciones, afirmando que los legisladores del TIP estaban provocando a sus miembros. El presidente Erdogan ha respaldado al AKP y ha afirmado que el Tribunal Constitucional no es la máxima autoridad en Turquía.
El incidente ha generado preocupaciones sobre el estado de la democracia en Turquía. Los críticos acusan al gobierno de Erdogan de autoritarismo y de socavar las instituciones independientes.