¿Alguna vez te has preguntado por qué dejas los platos sucios en el fregadero? Según un estudio reciente, podría ser un reflejo de tu estado mental y emocional.
El estrés y el agotamiento mental juegan un papel
Los investigadores han descubierto que las personas que están estresadas o agotadas mentalmente tienen más probabilidades de aplazar las tareas domésticas, como lavar los platos. Esto se debe a que cuando estamos estresados, nuestro cerebro libera cortisol, una hormona que nos ayuda a lidiar con el estrés. Sin embargo, el cortisol también puede dificultarnos la concentración y la toma de decisiones.
Esto significa que cuando estamos estresados, es posible que tengamos menos probabilidades de realizar tareas que requieren esfuerzo, como lavar los platos. Es más probable que pospongamos estas tareas para más tarde, cuando tengamos más tiempo y energía.
El desorden puede aumentar la ansiedad y el estrés
El ciclo de aplazar las tareas domésticas puede tener un impacto negativo en nuestro bienestar emocional. Cuando los platos se acumulan en el fregadero, puede hacer que nos sintamos abrumados y ansiosos. Esto se debe a que el desorden puede ser un recordatorio de todas las cosas que tenemos que hacer, lo que puede provocar sentimientos de culpa e inadecuación.
Cómo romper el ciclo
Si te encuentras posponiendo las tareas domésticas con regularidad, hay algunas cosas que puedes hacer para romper el ciclo.
- Empieza por pequeñas tareas. No trates de lavar todos los platos a la vez. En lugar de ello, empieza por pequeñas tareas, como lavar un solo plato o limpiar una pequeña zona de la cocina.
- Recompénsate. Cuando completes una tarea, recompénsate con algo que disfrutes, como ver tu programa de televisión favorito o leer un libro.
- Elimina las distracciones. Cuando intentes completar una tarea, elimina todas las distracciones, como el teléfono o la televisión. Esto te ayudará a concentrarte en la tarea y a completarla más rápidamente.
- Pide ayuda. Si te resulta difícil completar las tareas domésticas por tu cuenta, pide ayuda a un amigo, familiar o profesional. Tener a alguien que te ayude puede facilitarte el cumplimiento de tus tareas.
Romper el ciclo de aplazar las tareas domésticas puede llevar tiempo y esfuerzo. Sin embargo, si eres constante, podrás superar este hábito y disfrutar de los beneficios de un hogar limpio y ordenado.