Las restricciones a la conducción para mayores de 65 años aumentan en España

Cada vez hay más personas que superan los 65 años, y con ello, el número de conductores mayores también se incrementa. Ante esta situación, la Dirección General de Tráfico (DGT) está tomando medidas para garantizar la seguridad vial, imponiendo restricciones a la conducción de los mayores que no cumplan con determinados requisitos.

Según datos de la DGT, en España hay actualmente más de 27,9 millones de conductores. De ellos, más de 350.000 tienen algún tipo de restricción para conducir, debido a problemas de visión, reflejos lentos o deterioro cognitivo. Estas restricciones pueden variar desde la prohibición de conducir de noche o con lluvia, hasta la limitación de la velocidad o la distancia que pueden recorrer.

Uno de los problemas a los que se enfrenta la DGT es la falta de información sobre las restricciones a la conducción. Según un estudio de la Fundación Mapfre, el 41% de los mayores que recibieron la notificación de que ya no podían conducir lo vivieron negativamente. Por ello, la DGT está trabajando para mejorar la comunicación con los conductores mayores y concienciarlos sobre la importancia de cumplir con las restricciones.

Los tipos de restricciones

Existen diferentes tipos de restricciones a la conducción que se pueden aplicar a los mayores de 65 años. Estas restricciones se basan en las recomendaciones de la Unión Europea, que aboga por prolongar el permiso de conducción siempre que sea seguro.

  1. Prohibición de conducir de noche: Esta restricción se suele aplicar a los conductores que tienen problemas de visión nocturna.
  2. Limitación de la distancia: Esta restricción se aplica a los conductores que tienen problemas de reflejos o de atención. Se les limita la distancia que pueden recorrer para evitar que conduzcan durante demasiado tiempo.
  3. Limitación de la velocidad: Esta restricción se aplica a los conductores que tienen problemas para controlar la velocidad del vehículo.
  4. Prohibición de conducir en autopistas: Esta restricción se aplica a los conductores que tienen problemas para conducir en vías rápidas.
  5. Autorización solo para vehículos con cambio automático: Esta restricción se aplica a los conductores que tienen problemas para manejar un vehículo con cambio manual.

¿Cómo se aplican las restricciones?

Las restricciones a la conducción se aplican mediante códigos específicos que se añaden al permiso de conducir. Estos códigos son los siguientes:

  • 61: Prohibición de conducir de noche.
  • 62: Limitación de la distancia.
  • 64: Limitación de la velocidad.
  • 67: Prohibición de conducir en autopistas.
  • 68: Autorización solo para vehículos con cambio automático.

Los agentes de la Guardia Civil y de la Policía Local pueden detectar estas restricciones consultando las bases de datos de la DGT. No obstante, los conductores no llevan ninguna identificación exterior que indique que tienen una restricción.

El papel de los centros médicos

Los centros médicos psicotécnicos son los encargados de evaluar a los conductores mayores de 65 años y determinar si cumplen con los requisitos para conducir. Estos centros realizan pruebas de visión, reflejos y atención, y pueden recomendar restricciones a la conducción si lo consideran necesario.

El secretario general de la Asociación Española de Centros Médicos Psicotécnicos (Asecemp), Bonifacio Martín, destaca la importancia de que los centros médicos realicen un buen trabajo y comuniquen las restricciones a los conductores de forma clara y respetuosa. "Para muchas personas, supone su muerte civil y lo llegan a entender como que no valen para nada. Por eso, el profesional tiene que hacer bien su trabajo y comunicarlo causando el menor daño psicológico posible", afirma Martín.

El impacto de las restricciones

Las restricciones a la conducción pueden tener un impacto significativo en la vida de las personas mayores. Pueden limitar su independencia, dificultarles el acceso a los servicios y actividades, y afectar a su autoestima.

El estudio de la Fundación Mapfre también reveló que el 27% de los mayores que recibieron la notificación de que ya no podían conducir lo vivieron negativamente porque no creían que debieran dejar de conducir, y el 23% porque dejaban de sentirse importantes.

Por ello, es importante que las autoridades y los centros médicos trabajen juntos para garantizar que las restricciones a la conducción se apliquen de manera justa y respetuosa, y que se proporcionen alternativas de transporte a las personas mayores que no puedan conducir.