Ryanair culpa a Aena del retraso de un vuelo por falta de controladores de tráfico aéreo

La compañía aérea Ryanair atribuyó la demora de un vuelo de pasajeros a la escasez de personal de control de tráfico aéreo de Aena, la empresa española encargada de la gestión de los aeropuertos. El vuelo entre Sevilla y Valencia, programado para el pasado miércoles 7 de agosto, se retrasó más de cuatro horas, lo que generó incertidumbre entre los 150 pasajeros afectados.

La versión de los pasajeros

Juan Sala, uno de los pasajeros afectados, denunció el deficiente servicio de información y asistencia durante el retraso. Según su relato, tras el anuncio inicial del retraso de 21:55 horas, el nuevo horario de salida se pospuso hasta la 1:10 de la madrugada del día siguiente. Sala solicitó asistencia para alojamiento y transporte, pero se le informó que solo se brindaría a partir de las cinco horas de demora.

La compañía intentó compensar a los pasajeros con un vale de 4 euros, lo que, según Sala, resultaba insuficiente incluso para adquirir un paquete de patatas fritas. Además, los locales de restauración del aeropuerto de Sevilla cerraban a las 23:00 horas, lo que impedía utilizar el vale para consumir alimentos o bebidas.

La explicación de Ryanair

Ryanair acusó a Aena de la escasez de personal de control de tráfico aéreo, argumentando que esta situación retrasó los vuelos en todo el espacio aéreo. La aerolínea enfatizó que estaba trabajando para minimizar el retraso y agradeció la comprensión de los pasajeros.

El retraso se prolonga

Mientras tanto, los pasajeros esperaban sin información actualizada. Finalmente, la compañía informó a través de su aplicación que el retraso se debía a la escasez de personal de control de tráfico aéreo. Sobre la 1:00 de la madrugada, llegaron los pasajeros del vuelo Valencia-Sevilla, pero su llegada no fue anunciada por megafonía para evitar problemas. Este avión iba a ser utilizado para transportar a los pasajeros de Sevilla a Valencia.

Una vez abordados, los pasajeros se enteraron de que el avión asignado inicialmente había tenido problemas meteorológicos, lo que obligó a utilizar un avión alternativo. La hora prevista de aterrizaje en Valencia se retrasó hasta cerca de las 3:00 de la madrugada, lo que impidió a los pasajeros regresar a casa en metro y les obligó a tomar taxis desde el aeropuerto de Manises.

Finalmente, los pasajeros llegaron a Valencia a las 2:46 de la madrugada del 8 de agosto, más de cuatro horas después del horario previsto. Cabe destacar que Sevilla es una base de Ryanair, lo que implica que cuenta con aviones y plantilla fija en este aeropuerto.

Este incidente pone de manifiesto la importancia de una gestión eficiente del tráfico aéreo para garantizar la puntualidad y la satisfacción de los pasajeros. Los retrasos prolongados pueden generar inconvenientes significativos y afectar negativamente a la imagen de las aerolíneas y los aeropuertos.