Los sevillanos apuestan por el formato tradicional de la Feria de Abril y la amplían a nueve días
La consulta ciudadana organizada por el Ayuntamiento hispalense ha contado con la participación de más de 106.000 personas, casi el 20% del censo
Los sevillanos han decidido recuperar el modelo tradicional de la Feria de Abril y que esta se celebre entre el lunes del "pescaíto" y el siguiente domingo. Así lo han querido las 106.791 personas -entre censados en la capital mayores de 18 años y los propietarios de casetas y de coches de caballos que no estuvieran empadronados- que han participado en el referéndum organizado por el Ayuntamiento hispalense que ha durado tres días.
La opción que se ha impuesto, con el 52% de los votos, es la que prefería el alcalde, José Luis Sanz, la asociación de titulares de casetas y los hosteleros tradicionales, que ven mermados sus ingresos cuando la Feria se celebra de sábado a sábado.
Este cambio deberá ser refrendado en pleno -en el que el PP no tiene mayoría- porque implica una modificación de la Ordenanza Municipal que regula la Feria de Abril. Los votos de Vox -a quien también ha molestado la celebración de la consulta- permitirán a Sanz convalidar esa "encuesta".
Una encuesta bajo sospecha
Sin embargo, la voluntad que han expresado los vecinos puede no contar con el respaldo del PSOE y de IU-Podemos, que habían comprometido su apoyo en el pleno necesario para autorizar este cambio, debido a las graves irregularidades en el sistema de votación denunciadas esta mañana por la organización de consumidores Facua.
El secretario general de Facua, Rubén Sánchez, ha denunciado la existencia de varios casos de suplantación de identidad y ha explicado cómo la propia organización ha podido comprobar que con saber el DNI, el primer apellido y la fecha de nacimiento de un empadronado -los tres requisitos para recibir el código que permite acceder a las opciones de la consulta- cualquiera puede hacerse pasar por esa persona y votar.
Sánchez también ha advertido de que este referéndum vulnera la ley de Participación Ciudadana de Andalucía de 2017 que obliga a que las consultas participativas locales promovidas desde la alcaldía deben convocarse previo acuerdo aprobado por mayoría absoluta del pleno municipal, algo que nunca ha sucedido.
Estas irregularidades han llevado a la portavoz de IU-Podemos en el Ayuntamiento, Susana Horrillo, ha anunciar que retirará el respaldo prometido al resultado de la consulta en el pleno municipal por las evidencias de que existe “un riesgo muy alto” de que este esté “adulterado”.
Desde el PSOE no han confirmado que no vayan a respaldar la decisión de lo sevillanos. Fuentes de la formación señalan a este diario que van a esperar a lo que dictamine la Secretaría General del Ayuntamiento sobre la forma de proponer la consulta sin pasar previamente por un pleno municipal.
Alegrías y críticas
El alcalde Sanz, por encima de las sospechas que se ciernen sobre el sistema de votación, ha destacado la participación, casi el 20% de un censo de 600.000 personas, un dato que preocupaba mucho a su equipo de gobierno porque el escaso eco del anterior referéndum, donde apenas participó el 7% del censo, cuestionó la necesidad de esa consulta.
Sin embargo, no han faltado las críticas. "¿Por qué no se nos consulta también sobre si apoyamos o no una suspensión inmediata de la multiplicación de apartamentos turísticos? ¿Por qué no se nos consulta sobre si estamos o no de acuerdo con que el Guadalquivir vaya a ser envenenado por los vertidos tóxicos procedentes de las minas de Gerena y Aznalcóllar? O sobre la prioridad, en lo urbanístico, de multiplicar el arbolado para que existan corredores de sombra en nuestras calles haciéndolas habitables en el ya evidente cambio climático", se pregunta Isidoro Moreno, catedrático emérito de Antropología de la Universidad de Sevilla.