Activismo culinario en el Louvre: 'La Gioconda' como lienzo de protesta
En un acto de desobediencia civil sin precedentes, dos activistas climáticas han causado revuelo en el emblemático Museo del Louvre en París, al lanzar sopa sobre la protección de cristal que resguarda 'La Gioconda', el invalorado cuadro de Leonardo da Vinci. Esta manifestación, llevada a cabo por miembros del grupo Riposte Alimentaire en favor de una alimentación sostenible, tuvo lugar el pasado domingo y ha generado un torrente de reacciones a nivel mundial.
Las dos mujeres, de 24 y 63 años, se filmaron ejecutando su protesta que duró casi dos minutos. Su mensaje era claro: "¿Qué es más importante? Nuestro sistema agrícola está enfermo", proclamaron, cuestionando la prioridad entre el arte frente al derecho de acceso a una alimentación saludable y perdurable.
Historial vandalismo contra obras maestras
No es la primera vez que 'La Gioconda' o otras obras reconocidas son blanco de actos disruptivos. Recordemos que en mayo de 2022, otro incidente similar se registró cuando se lanzó una tarta contra la misma obra. A lo largo de los años, el Louvre ha reforzado su seguridad, sin embargo, los ataques por causas ambientales han ido en aumento, colocando a los activistas climáticos en el foco del debate público.
El último episodio ha suscitado un intenso debate sobre las formas de protesta y sus implicaciones para el patrimonio artístico. Mientras algunos aplauden el valor simbólico de dirigir la atención hacia el cambio climático y la sostenibilidad alimentaria, otros condenan enérgicamente el uso de obras de arte como medios de expresión política.
La reacción del Louvre y los precedentes
Tras el incidente, el personal de seguridad del Louvre evacuó rápidamente a los visitantes y procedió a cubrir la pintura con lonas negras. A lo largo de las últimas décadas, la famosa obra de arte ha sido protegida por 'vidrios de diamante' de la casa Saint-Gobain, capaces de resistir ataques de este tipo. Estas medidas de seguridad han evitado daños al óleo original, pero no han desalentado el intento de protestas dramáticas.
Los activistas climáticos han empleado tácticas similares en otros lugares emblemáticos. Por ejemplo, en el Museo Nacional de Londres donde 'Los Girasoles' de Van Gogh recibieron el impacto de botes de sopa, y en Madrid, donde las 'Las Majas' de Goya fueron el blanco de activistas que se adhirieron a su marco. Cada uno de estos actos ha sido una llamada de atención sobre la crisis medioambiental.
- La sostenibilidad alimentaria y el cambio climático en la agenda global.
- La seguridad y la integridad de las obras maestras del arte.
- Las controversias en torno a los métodos de protesta de los grupos activistas.
El desafío que enfrenta la sociedad contemporánea es encontrar un balance adecuado entre la conservación del arte y el diálogo sobre asuntos críticos globales como la sostenibilidad del sistema agrícola. La acción de Riposte Alimentaire deja en evidencia la urgencia de este debate y el clamor por un cambio que no puede ser ignorado.