Tampico, con su modelo de seguridad, se alza como una isla de tranquilidad en medio de la violencia que azota al norte de Tamaulipas, donde las ciudades de Nuevo Laredo, Reynosa y Matamoros viven una situación muy diferente.
El oasis de Tampico
El modelo de seguridad implementado en Tampico ha convertido a esta ciudad en la tercera región de México con mejor percepción de tranquilidad, según la última encuesta del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Este éxito ha llevado a la Mesa Ciudadana de Tampico a intentar extender su iniciativa a las ciudades del norte de Tamaulipas, marcadas por la violencia, sin embargo, se han encontrado con una escasa respuesta tanto de la iniciativa privada como de las autoridades.
La Mesa de Seguridad y Justicia de Tampico, integrada por empresarios, gobiernos, mandos militares y fuerzas del orden estatal, ha conseguido reducir en la última década delitos del fuero federal como secuestros y extorsiones. Este modelo fue llevado a las ciudades fronterizas con Estados Unidos, pero no ha tenido el mismo éxito.
Gonzalo Treviño, presidente del Centro Empresarial Tampico de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), ha señalado que desconocen los motivos de este fracaso. "Es un ejemplo exitoso el logrado en Tampico, falta conocer con el gobierno del estado por qué no se obtuvo lo mismo en la región de la frontera", ha apuntado.
El fracaso en el norte
A diferencia de Tampico, las ciudades del norte de Tamaulipas viven una situación de violencia generalizada. Nuevo Laredo, Reynosa y Matamoros registran altos índices de criminalidad, lo que las sitúa entre las ciudades más peligrosas del país.
La Mesa Ciudadana de Tampico ha compartido sus informes de resultados y los indicadores de incidencia delictiva con las autoridades de estas ciudades, pero no han logrado implementar o igualar el modelo de seguridad que ha funcionado tan bien en Tampico.
Jorge Charles Coll, titular del Observatorio Ciudadano Nacional, también ha manifestado su desconocimiento sobre las razones de este fracaso. "Recientemente en reunión con representantes de la Mesa de Seguridad y el Observatorio Ciudadano, compartieron esta práctica en los municipios de Reynosa, Matamoros y Nuevo Laredo, mandando los informes de resultados, los indicadores de incidencia delictiva y por alguna razón no pudieron implementar, igualar o poner en curso", ha explicado.
El modelo de seguridad de Tampico se ha consolidado como un ejemplo a seguir en México, pero su éxito no ha podido ser replicado en el norte de Tamaulipas, donde la violencia sigue siendo un problema grave que afecta a la población.
