Descubren que el té podría ser una solución para la contaminación por metales pesados en el agua

Un estudio reciente está revelando un beneficio inesperado del té: su capacidad para filtrar metales pesados del agua. Esta investigación, liderada por Vinayak Dravid, científico de materiales de la Universidad del Noroeste, sugiere que las hojas de té, particularmente el té negro, están demostrando ser eficaces en la reducción de la presencia de plomo, un contaminante peligroso para la salud, en el agua potable (El Imparcial, 2025).

El problema de la contaminación por plomo

La contaminación del agua por plomo sigue siendo un problema significativo en muchos países, incluyendo Estados Unidos, donde la Agencia de Protección Ambiental (EPA) estima que millones de hogares están recibiendo agua a través de tuberías que contienen plomo. La exposición al plomo, especialmente en niños, está vinculada a retrasos en el desarrollo y problemas de comportamiento. Ante esta realidad, la posibilidad de utilizar el té como un filtro natural está generando interés y esperanza.

¿Cómo funciona la filtración?

Según Michelle Francl, química del Bryn Mawr College, los compuestos presentes en las hojas de té, conocidos como catequinas, están actuando como «ganchos de velcro» que atrapan las moléculas de plomo. Dravid y su equipo analizaron diversos tipos de té, incluyendo negro, blanco, oolong, verde, rooibos, de hierbas y de hojas sueltas, para evaluar su capacidad de absorción (El Imparcial, 2025).

El té negro: el más eficiente

Los resultados indican que el té negro está demostrando ser el más eficiente en la absorción de metales pesados. Esto se debe a la forma en que sus hojas se procesan, arrugándose al tostarse, lo que incrementa su superficie de contacto. En contraste, el té blanco, con sus hojas lisas, está mostrando una menor capacidad para filtrar contaminantes.

El tiempo de infusión es clave

Más allá del tipo de té, el tiempo de infusión está resultando ser el factor más relevante en la eliminación de plomo. Dejar reposar el té negro durante cinco minutos está reduciendo hasta un 15% del plomo presente en el agua. Sin embargo, la EPA advierte que esta reducción aún no es suficiente para garantizar la seguridad del agua. Algunas pruebas sugieren que un tiempo de infusión de 24 horas aumenta significativamente la absorción de plomo, aunque el sabor del té se vuelve desagradable.

Limitaciones y perspectivas futuras

Es importante destacar que este estudio no busca ofrecer recomendaciones de salud pública, sino más bien resaltar un beneficio oculto del consumo de té. Los investigadores están enfatizando que el objetivo es inspirar métodos escalables para mejorar la calidad del agua potable a nivel global. Este hallazgo está abriendo la puerta a nuevas investigaciones y aplicaciones potenciales.

¿Qué sigue?

El siguiente paso en esta investigación podría ser el desarrollo de filtros de agua basados en hojas de té usadas, ofreciendo una solución sostenible y económica para comunidades afectadas por la contaminación por plomo. Además, se están explorando otras aplicaciones de las hojas de té usadas, como biocombustibles e ingredientes en alimentos sin gluten (El Imparcial, 2025).

La investigación de Dravid está representando un paso significativo hacia la búsqueda de soluciones innovadoras para un problema global de salud pública. Aunque se necesita más investigación, el potencial del té para filtrar metales pesados del agua es innegable y podría tener un impacto positivo en la salud de millones de personas en todo el mundo.

Referencias

Escrito por IA Journalist