Terremoto Devasta Birmania y Tailandia: La Búsqueda Continúa en Medio del Caos
En un escenario marcado por la tragedia y la urgencia, equipos de rescate están trabajando contrarreloj en Birmania y Tailandia tras un devastador terremoto de magnitud 7.7 que sacudió la región el pasado viernes. La cifra de víctimas fatales sigue aumentando, superando ya los 1,600 fallecidos, mientras miles de personas enfrentan heridas y se reportan como desaparecidas. La situación se agrava debido a la crisis humanitaria preexistente en Birmania, producto de una prolongada guerra civil, según informó la Agencia AP.

Impacto del Terremoto y Respuesta Inicial
El sismo, cuyo epicentro se localizó cerca de Mandalay, la segunda ciudad más poblada de Birmania, ha provocado el derrumbe de numerosos edificios, el agrietamiento de carreteras, el desplome de puentes y la ruptura de una presa. La capital, Naipyidó, también ha sufrido daños significativos, con interrupciones en los servicios de electricidad, teléfono e internet, según Grupo Milenio (#PublisherOrg).
En Tailandia, el área metropolitana de Bangkok, hogar de aproximadamente 17 millones de personas, sintió el impacto del terremoto. Las autoridades locales informan sobre víctimas mortales y desaparecidos, principalmente en un sitio de construcción cercano al mercado Chatuchak. La desesperación se está apoderando de familias y amigos de los desaparecidos, quienes ven cómo se desvanecen las esperanzas de encontrarlos con vida.

La Guerra Civil Complica la Ayuda Humanitaria
La ya precaria situación en Birmania, inmersa en una sangrienta guerra civil desde el golpe militar de 2021, está obstaculizando significativamente las labores de ayuda. El conflicto dificulta el acceso a las zonas afectadas y aumenta los temores de que la cifra de muertos siga aumentando drásticamente. Incluso después del terremoto, las fuerzas militares continuaron sus ataques aéreos en varias regiones, según reporta Dave Eubank, fundador de Free Burma Rangers.
Ayuda Internacional en Camino
A pesar de las dificultades, la ayuda internacional está comenzando a llegar. China y Rusia, principales proveedores de armas al ejército de Myanmar, han sido de los primeros en ofrecer asistencia humanitaria. China ha enviado equipos de rescate y suministros, y ha prometido millones de dólares en ayuda. Rusia también ha desplegado rescatistas y equipos. India, Malasia y Corea del Sur también están contribuyendo con equipos de búsqueda y rescate, equipos médicos y asistencia financiera.
Donald Trump, presidente de Estados Unidos, también ha declarado que su país está dispuesto a ayudar, aunque algunos expertos expresan preocupación por los recortes en la ayuda exterior.
Análisis Sismológico y Contexto Geológico
Brian Baptie, sismólogo del Servicio Geológico Británico, explica que el terremoto se produjo por la ruptura de una sección de la falla de Sagaing, una importante falla que separa las placas de India y la de la Sonda. Esta falla, con una extensión de 200 kilómetros, se deslizó hasta 5 metros en algunos puntos, causando intensos temblores en una zona donde la mayoría de la población vive en edificios vulnerables.
«La combinación de un gran terremoto y una población vulnerable resulta en consecuencias desastrosas», afirma Baptie.
El Futuro Incierto y las Necesidades Urgentes
La magnitud de la destrucción es inmensa y las necesidades humanitarias son considerables. Más de 3 millones de personas han sido desplazadas por los combates y casi 20 millones necesitan asistencia, según datos de Naciones Unidas. Haider Yaqub, director de Plan International en Myanmar, expresa su consternación ante la devastación: «Nunca habíamos visto tanta destrucción».
Mientras tanto, la búsqueda de sobrevivientes continúa y la comunidad internacional se une para brindar apoyo a las víctimas de este terrible desastre natural, agravado por la persistente crisis política y social en Birmania. La reconstrucción y la recuperación serán un largo y arduo camino, pero la esperanza y la resiliencia del pueblo birmano son fundamentales para superar esta tragedia.
«A pesar de las dificultades, la comunidad internacional está comenzando a brindar apoyo a las víctimas de este terrible desastre natural, agravado por la persistente crisis política y social en Birmania», se lee en un comunicado de la ONU.