Twiggy, la primera supermodelo de la historia

Leslie Hornby, más conocida por su apodo Twiggy, revolucionó la moda en los años 60. Su figura delgada y su aspecto andrógino rompieron con los cánones de belleza establecidos hasta ese momento.

El inicio de una nueva era

En la vibrante década de los 60, Londres se convirtió en el epicentro de la creatividad y la contracultura. La juventud tomó las riendas del cambio, y Twiggy se convirtió en su icono.

Antes de su aparición, el estereotipo de belleza femenina estaba marcado por figuras como Marilyn Monroe, con curvas y voluptuosidad. Sin embargo, Twiggy irrumpió en escena con un físico totalmente opuesto: delgada, de rostro aniñado y ojos grandes.

Su imagen fresca y moderna representaba una ruptura con el pasado y reflejaba el deseo de una generación que buscaba mirar hacia el futuro y alejarse de las sombras de la guerra.

La revolución de la moda

Twiggy no solo cambió la forma de percibir la belleza, sino que también influyó en la estética de la moda. Su corte de pelo corto y su estilo de maquillaje, con pestañas exageradas y ojos delineados, se convirtieron en su sello personal.

Su imagen, entre lo infantil y lo moderno, rompió con los moldes tradicionales y marcó el inicio de una nueva era en la que las reglas de la belleza serían redefinidas para siempre.

Más allá de la pasarela

Aunque alcanzó la fama como modelo, la ambición de Twiggy no se limitaba a la pasarela. Probó suerte en la música y el cine, aunque su carrera en estas áreas no fue tan exitosa como en la moda.

Sin embargo, su influencia trascendió. No era común que el nombre de una modelo llegara al gran público, pero Twiggy fue una excepción. Su popularidad no disminuyó con el paso de los años, y sigue siendo un icono cultural.

A lo largo de su vida, ha presentado sus propias colecciones de ropa y ha sido parte de campañas publicitarias importantes. Incluso en la alfombra roja, su presencia sigue siendo notable.

El legado de Twiggy

Twiggy fue pionera en marcar el inicio de las supermodelos y abrió el camino para que futuras figuras, como Naomi Campbell y Linda Evangelista, siguieran su legado en las décadas siguientes.

Su influencia no se ha desvanecido: su estilo andrógino y su capacidad para romper moldes han inspirado a generaciones de modelos, desde Kate Moss hasta Kendall Jenner.

La historia de Twiggy es la de una joven que, sin cumplir con los estándares tradicionales de belleza, logró cautivar al mundo con su originalidad. Revolucionó la industria de la moda al representar a una generación que ansiaba el cambio, marcando el inicio de una era en la que las reglas de la belleza serían para siempre redefinidas.