Habitantes de Chiluca y Rancho Blanco temen daños en sus viviendas por explosión de dinamita
La construcción de la autopista Atizapán-Atlacomulco, que pasará por la zona Esmeralda en Atizapán de Zaragoza, requiere de la demolición de montículos de piedra. Para ello, los constructores utilizarán dinamita, situación que preocupa a los vecinos de la zona residencial cercana a Chiluca y a los pobladores de Rancho Blanco.
El temor de los habitantes es que los estallidos dañen las estructuras de las viviendas más cercanas al área donde se usarán los explosivos. Norma Fajardo, líder de colonos, expresó esta inquietud.
Protocolo de 'voladura'
La asociación de vecinos de Chiluca informó a la comunidad que este sábado 18 de enero, a las 12:00 horas, se detonarán dispositivos electrónicos en el kilómetro 22+340 de la carretera Atizapán-Atlacomulco. El protocolo de 'voladura' consiste en:
- Un primer aviso media hora antes de la explosión, con el encendido de la sirena de una ambulancia, para abrir una brecha en la zona empedrada.
- Cinco minutos antes de la 'voladura', se bloqueará la vialidad y se verificarán las áreas despejadas y seguras.
- Tras la explosión, se revisará que no haya daños alternos y que toda el área sea segura para continuar los trabajos.
La empresa Eleática, concesionaria de la autopista, trabaja en diferentes frentes en los territorios de Villa del Carbón, Nicolás Romero, Isidro Fabela y Atizapán de Zaragoza. Se espera que la obra concluya en este mismo año.
Detalles sobre la autopista
La carretera Atizapán-Atlacomulco es un proyecto iniciado hace más de una década. Contará con una longitud de 77,20 kilómetros y cuatro carriles, conectando las ciudades de Atizapán y Atlacomulco en aproximadamente 40 minutos de recorrido.
La concesión de la autopista fue adjudicada en 2014 a OHL Concesiones y, en 2022, se amplió su vigencia por 10 años más. La construcción se reinició en 2023.