Venezolanos en Estados Unidos desean volver a su país, pero no por la misma ruta

Las políticas antiinmigrantes de Donald Trump han destrozado los sueños de miles de venezolanos que buscaban cruzar a Estados Unidos. Ahora, muchos de ellos anhelan regresar a su tierra natal, pero temen volver a caer en manos del crimen organizado.

La travesía del infierno

El viaje desde Venezuela hasta Estados Unidos es arduo y peligroso. Abarca 3.600 kilómetros de caminos, 17 puntos fronterizos y 100 kilómetros de selva. Implica un costo promedio de 1.376 dólares, sin contar los sobornos, extorsiones y secuestros que deben pagarse al crimen organizado.

Andrés, un joven venezolano, cruzó a pie la selva del Darién, un infierno con temperaturas de hasta 35 grados, terrenos fangosos y animales peligrosos. Fue secuestrado por el crimen organizado y confinado en una jaula con decenas de personas durante un día.

El retorno a casa

Muchos venezolanos que llegaron a Estados Unidos ahora desean regresar a su país. Algunos buscan alternativas como salvoconductos para comprar un boleto de avión o vuelos humanitarios organizados por el gobierno mexicano.

Gabriel, Miriam y Richard son tres venezolanos que esperan ansiosamente una fecha programada de regreso a su país. En México, se encuentran solos y acechados por el crimen organizado, atrapados en empleos mal pagados.

Los obstáculos

El regreso a Venezuela no es fácil. Las aerolíneas han aprovechado la vulnerabilidad de los venezolanos, inflando los precios de los vuelos hacia Caracas.

Además, cruzar la frontera terrestre es ilegal y peligroso. Los venezolanos ya se arriesgaron una vez y no quieren exponerse nuevamente.

El gobierno venezolano no ha habilitado los salvoconductos, lo que dificulta la compra de boletos de avión para los venezolanos que llegaron sin pasaporte.

Un llamado a la esperanza

A pesar de los obstáculos, los venezolanos no pierden la esperanza. Confían en que el gobierno mexicano les garantizará un retorno aéreo seguro a sus países.

Eunice Rendón, de Agenda Migrante, cree que el gobierno mexicano debe alentar y tranquilizar a los migrantes para garantizarles un retorno seguro.